(Foto: El Comercio)
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Redacción EC

En diciembre pasado escribí un artículo poco optimista sobre las perspectivas para la (BVL) con relación a la rentabilidad esperada para el 2017. Avizoraba, entonces, una economía enfriándose y un frente externo relativamente estable. 

Tras casi ocho meses, reviso mis pronósticos y los encuentro bastante acertados en cuanto a las acciones ligadas a demanda interna y no tanto para las que dependen del frente externo. Veo también con mayor optimismo el panorama para la BVL en los próximos meses.

Las acciones ligadas a la demanda interna han tenido un año complicado como consecuencia de una economía débil que terminó impactando el consumo y la inversión privada.

El destrabe de los grandes proyectos nunca se dio y más bien el sector construcción se ha visto afectado por El Niño costero y, en mayor medida, por la paralización de grandes obras como consecuencia de los escándalos de corrupción.

Sin embargo, se espera que el sector construcción lidere el crecimiento en los próximos meses, apoyado en un mayor gasto público en infraestructura ligado a la reconstrucción del norte y los Juegos Panamericanos Lima 2019. Como consecuencia, considero que las acciones ligadas a este sector presentan una oportunidad interesante a los niveles de precios actuales.

El sector energía también se ha visto golpeado por la debilidad en el frente interno. Las empresas generadoras que listan en la BVL han visto afectados sus ingresos de manera importante. Los precios ‘spot ’ y de nuevos contratos han caído significativamente ante el exceso de capacidad de generación por una caída significativa de la demanda.

Esta situación no va a cambiar en el corto plazo, ya que se espera que el exceso de oferta recién se reduzca en cuatro o cinco años. Sin embargo, considero que los precios actuales ya reflejan el peor escenario.

A pesar de la caída en los precios, las empresas de generación eléctrica son grandes generadoras de caja y, al no tener proyectos de expansión por delante, muy probablemente empiecen a pagar mayores dividendos.

El sector financiero ha sido una de las sorpresas positivas en el año. Sin embargo, las acciones de los principales grupos financieros no han subido como consecuencia de un crecimiento en el crédito ni una mejora en sus resultados, sino más bien porque algunas de estas acciones son demandadas por inversionistas extranjeros como vehículo para invertir en el Perú.

Para los próximos meses espero que la rentabilidad de estas acciones ya no venga tanto del frente externo, sino como consecuencia de la recuperación que pueda mostrar la demanda por créditos y menores provisiones.

En minería, considero que subestimé el ciclo positivo de los mercados emergentes y los precios de los commodities. A esto hay que sumarle algunos factores puntuales como las huelgas en algunas minas importantes del mundo que han afectado la oferta de cobre.

Como consecuencia, los precios del cobre, el zinc y otros metales han subido más que nuestros estimados y eso ha contribuido a una mayor alza en las acciones del sector.

Continúo optimista con respecto al ciclo de mercados emergentes y el crecimiento global; por lo tanto, deberíamos seguir viendo una mejora importante en los resultados en las empresas del sector.

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