"PPK: su mensaje de esperanza", por Melvin Escudero [Opinión]

Por: Melvin Escudero, CEO de El Dorado Investments y presidente de CFA Society Perú

“Se ha avanzado, pero se necesita más, mucho más”, “debemos dar un gran salto hacia la modernidad”, “seremos miembros de la OCDE”, “promoveremos la inversión privada que el Perú recibe y espera con los brazos abiertos”, “todos debemos tener acceso al agua potable y saneamiento”, “tendremos un sistema nacional de salud moderno con acceso universal”, “mejoraremos la educación de calidad para todos”, “formalizaremos la economía” y “construiremos la infraestructura para el desarrollo”. Estas son algunas de las promesas que PPK incluyó en su mensaje a la nación al asumir la presidencia, las mismas que efectivamente llenan de esperanza para convertirnos en un país moderno y próspero en cinco años.

Sin embargo, el reto político, económico y financiero para alcanzar esas metas es grande y requerirá de una serie de reformas estructurales que modernicen el sector público, el sistema tributario, el mercado laboral, la gestión y construcción de infraestructura, la salud, la educación, el sistema de seguridad social y otras materias que tendrán que pasar por leyes del Congreso. 

Esta situación necesitará de un excelente equipo que maneje las relaciones con la oposición y permita el logro de consensos que hagan viables los cambios para lograr los objetivos hacia el 2021. En este sentido, se ha entendido que el mensaje a la nación representa el marco de una visión del país que queremos ser y que ya tocará a los ministros sustentar en detalle los pasos por seguir en el corto y mediano plazo.

Asimismo, tendrá que completarse el equipo de gobierno con el nombramiento de los viceministros y de las cabezas de los organismos reguladores, y serán ellos quienes tendrán que ejecutar muchas de las reformas y cambios planteados a nivel sectorial y microeconómico. 

Igualmente, las reformas planteadas y las obras por construirse necesitarán de un financiamiento creciente, no solo aumentando los ingresos del fisco (vía mayor cobertura y formalización o mayor ingreso imponible si el PBI regresa al ritmo de 5% de crecimiento anual) y manejando de manera inteligente el endeudamiento público, sino también por la capacidad de atraer masiva inversión privada a través de una activa promoción de nuestras oportunidades de inversión a nivel global, el liderazgo en los procesos de integración comercial y financiero regional y el relanzamiento de las asociaciones público-privadas.

En este contexto, la inversión se fortalecerá como el motor del crecimiento, lo que también requerirá de la modernización y reforma del sistema financiero, incluyendo a la banca, las microfinanzas, el mercado de capitales y los marcos regulatorios de los inversionistas institucionales. 

Ser un país moderno y próspero es bueno para todos, pero para lograrlo se requiere de muchos cambios y solo será posible realizarlos unidos. Ahí están la esperanza y el mejor futuro para nuestra gente, un futuro en el que los más pobres mejoren sus ingresos y sus oportunidades.