El objetivo del proyecto de Red Dorsal es llegar con servicios de Internet de alta velocidad a las comunidades rurales. La idea es que sea un soporte para la telefonía móvil.
El objetivo del proyecto de Red Dorsal es llegar con servicios de Internet de alta velocidad a las comunidades rurales. La idea es que sea un soporte para la telefonía móvil.
Marcela Mendoza Riofrío

"No se están dando respuestas, sino las preguntas correctas para buscar soluciones". Con estas palabras, Virginia Nakagawa, viceministra de comunicaciones, clausuró el primer conversatorio sobre la situación de la , el cual estuvo centrado en presentar los resultados del informe realizado por el (BM).

Durante el evento, realizado en la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, no se expuso una única solución idónea para la problemática de la Red Dorsal, ni se anunció cuál será el camino a seguir, sino que se hizo un análisis de la situación y se plantearon tres modelos, los cuales invitaron a debatir en una siguiente presentación a realizarse en unos tres meses.  



En el primer modelo propuesto por el BM se habló de un esquema "competitivo integrado" en donde se integrarán en una la Red Dorsal con las 21 redes regionales y se ampliarán las opciones de servicios a presentar. Hasta ahora, , operador de la Dorsal, solo puede brindar el servicio de transporte de datos y debe ser otro operador el que brinde el servicio al usuario final. La propuesta es que quien opere la Red Dorsal pueda brindar servicios finales agregados. 

Para hacerlo realidad será necesario cambiar la Ley de Banda Ancha y modificar el contrato con Azteca. Como se trataría de un operador con subsidios y oferta abierta al público deberá ser supervisado y contar con una tarifa tope, que permita negociar por volumen. Dentro de este esquema también sería posible partirlo en tres bloques (norte, centro y sur) para ser mantenido por tres operadores diferentes

El segundo modelo sería uno que solo optimizaría el esquema actual, ampliando las posibilidades de servicios a ofrecer, pero sin necesidad de cambiar la Ley de Banda Ancha, sino solo el reglamento y el Contrato. Esta opción permitiría que el operador brinde algunos servicios adicionales, lo que ayudaría a mejorar la rentabilidad de la operación. 

Esta sería una de las opciones de división geográfica de las redes regionales sumadas a la Red Dorsal.
Esta sería una de las opciones de división geográfica de las redes regionales sumadas a la Red Dorsal.

Y el tercero implica la desinversión, es decir acabar la relación con el proveedor actual y dejar al Estado como titular de la red solo en las zonas en donde no existe competencia. Esto implicará un minucioso análisis del funcionamiento de la demanda y la oferta en todas las regiones para determinar de forma adecuada los tramos que seguirán a cargo del Estado. 

¿AZTECA SE QUEDA?
Nakagawa recalcó que no se han decidido aún por ninguna de estas propuestas porque se buscará primero el diálogo de los distintos actores de la sociedad en torno al tema para luego adoptar la mejor solución, respetando el marco jurídico y garantizando el respeto a los acuerdos ya firmados con y otros proveedores. 

Maite Quiñonez consultora del BM, recordó que hoy existe un contrato vigente y las hipótesis se deben hacer considerando lo que este texto incluye. Si se termina el contrato con Azteca habrá que analizar un nuevo abanico de condiciones cuidando de eliminar las restricciones actuales que impiden sacarle provecho a la red y lograr el objetivo principal: masificar el servicio de Internet al menor costo para el Estado. 

Azteca, quien el año pasado trascendió que estaba estudiando retirarse del país, ha ido perdiendo clientes debido a los altos precios que maneja y las fallas en la calidad del servicio prestado. Según un reporte al que tuvo acceso El Comercio esta semana, se han observado variados incumplimientos del Contrato al no dar la atención oportuna a las caídas del servicio. Nakagawa comentó que estas no son causales para resolver el contrato y que ellos no tienen ni les corresponde elevar ningún tipo de sanción, sino que eso solo está en manos del Osiptel. 

FALLAS EN EL DISEÑO 
Durante su presentación, los representantes del BM señalaron que en la actualidad se tiene una red que se está devaluando sin sacarle provecho y se pierden clientes porque los precios que ofrece (US$23 por mega) son más altos que los brindados por los otros operadores privados del mercado (entre US$7 y US$10). 

La tasa de uso de la Red Dorsal es del 10%, eso quiere decir que no se han cumplido las expectativas y proyecciones del diseño original. En el 2017 se tenía que un cliente, Entel, concentraba el 80% del tráfico contratado, pero para fines de dicho año optó por irse con otros proveedores locales con mejores precios y servicios.

El consultor Carlos Sanchez resaltó que estos problemas parten de fallas en el planteamiento inicial del proyecto. La , dijo, técnicamente está bien diseñada pues permite alta disponibilidad, ofrece una alta capacidad de tráfico y correr aplicaciones críticas, además de múltiples caminos (redundancia) para bajar la información de provincias a Lima. El problema es que fue diseñada atendiendo a la realidad del 2010 y para cuando se licitó no se actualizó a la foto del 2013. 

Esta es la cantidad de redes de fibra que existe en la actualidad. En el 60% de las zonas donde circula la Red Dorsal existe cobertura privada.
Esta es la cantidad de redes de fibra que existe en la actualidad. En el 60% de las zonas donde circula la Red Dorsal existe cobertura privada.

Bitel anunció sus planes desde el 2011 y para el 2012 ya había pedido al MTC permiso para tender una red de al menos 10 mil km, comentó. Sin embargo, cuando se firmó el contrato con Azteca en el 2014 no se incluyó en el mapa las redes ya tendidas por Telefónica ni Bitel ni se consideró en la proyección de la demanda el tráfico que ya estaba cubierto y cuanto podría crecer. La consecuencia es que las previsiones de tráfico para estimar los costos estaban mal calculadas.   

Otro gran problema fue que se pensó en la red como un proveedor neutral, que solo ofrecía transporte de datos a otros operadores, sin considerar que dichos operadores privados estaban expandiendo sus servicios y tendiendo sus propias redes. Al final ellos fueron clientes de Azteca, pero solo en pequeños tramos, porque en el mayor porcentaje de las rutas circulan por sus propias redes. Y lo más grave es que aún quedan unos 1.200 distritos sin recibir servicios porque no llegan los otros operadores. 

Luis Bonifaz, especialista en telecomunicaciones y ex director de Fitel, resaltó que en el diseño inicial no se incluyeron los incentivos necesarios para que el operador a cargo optimice sus esfuerzos para tratar de convertir en rentable la operación mientras el Estado asume todos los pasivos.

"No se puede tener a alguien sentado esperando a recibir la plata todos los meses", señaló al tiempo de recordar que se ha invertido alrededor del 1% del PBI en este proyecto (incluyendo las redes regionales) y es necesario repensar los incentivos comerciales del operador y minimizar el gasto público lo más pronto posible.

La creación de incentivos y el incremento de oferta de servicios a brindar del operador tendrán que hacerse sin salir del rol subsidiario del Estado que implica ayudar solo donde el privado no llega, recordó a su turno Nakagawa. "No se puede tener subsidios permanentes en zonas con competencia privada", dijo antes de invitar a los expertos a brindar sus propuestas de soluciones a este problema. "Estamos en la fase de lluvia de ideas, buscando dar luces al tema", dijo. 

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