En su última reunión del 10 de octubre, el directorio del Banco Central de Reserva del Perú (BCR) acordó mantener su tasa de referencia en 2,5%, en línea con lo esperado por la mayoría de analistas, según Consensus Forecast.
Antes de esto, el BCR ya la había reducido de 2,75% a la actual en agosto luego de permanecer en este nivel por 17 meses. Así, la posición expansiva de la autoridad monetaria se suma a la de otros bancos centrales que redujeron sus tasas de política como consecuencia de la desaceleración de la actividad económica mundial.
Significativamente, en agosto la Reserva Federal de EE.UU. redujo sus tasas de interés por primera vez en más de diez años.
REDUCCIONES HISTÓRICAS
Uno de los cambios más relevantes en la tasa de referencia se produjo durante el 2009 como respuesta a la crisis financiera internacional.
Entre enero y agosto de ese año, el BCR redujo la tasa de referencia en siete ocasiones: de manera progresiva, pero rápida, la tasa disminuyó de 6,5% en enero hasta 1,25% en agosto. Así, durante el 2009, la tasa del BCR alcanzó el nivel más bajo desde su implementación y fue la segunda tasa más baja entre las economías emergentes.
Esa medida permitió que la inflación retornara al rango meta en julio del 2009 (2,68%) y que el crédito creciera por encima del PBI nominal (9% frente a 3%). Además, se registró una apreciación gradual de la moneda local.
El precio de sol respecto al dólar cayó 8,7% durante el 2009, mucho menor a las caídas en otros países de la región como Brasil (-24,3%), Chile (-19,6%) o Colombia (-11,2%).
Asimismo, en los últimos años, el BCR optó por una política monetaria expansiva. Entre mayo del 2017 y marzo del 2018, la tasa de referencia se redujo en seis oportunidades, en un contexto de desaceleración de la economía local y una inflación cercana al tramo inferior del rango meta.
En ese período, la tasa del BCR disminuyó de 4% a 2,75%. Esto, según estimaciones del BCR, implicó una caída promedio de 1,1 puntos porcentuales en las principales tasas del mercado. Esta flexibilización de las condiciones crediticias ha permitido una mayor oferta de créditos.
Por ejemplo, el crédito de consumo se aceleró fuertemente desde finales del 2017 (de 6,2% en octubre del 2017 a 10,5% en noviembre del 2018).
¿QUÉ PASÓ EN EL 2019?
En un contexto de desaceleración de la actividad económica mundial y de incertidumbre a causa de la guerra comercial entre EE.UU. y China, los bancos centrales de distintos países han implementado políticas expansivas solo entre julio y setiembre de este año.
Según el Reporte de Inflación del BCR, “la intensidad y la velocidad de esta respuesta depende de la posición de política monetaria inicial”, es decir, de si ya tenían una tasa baja. Algunos países llegaron ya a tasas reales (descontando inflación) de política monetaria negativas, como es el caso de Chile, Australia y Nueva Zelanda.
Los bancos centrales de la región también adoptaron, en general, políticas expansivas. En promedio, los principales países de Sudamérica redujeron sus tasas en 0,6 puntos porcentuales.
Sin embargo, esta cifra esconde particularidades interesantes. Así, por ejemplo, el Perú registró la menor reducción con 25 puntos básicos (pbs) (de 2,75% a 2,5%) y es la segunda tasa de referencia más baja, solo detrás de Chile (2%) –ambos países con una inflación baja–.
Por el contrario, México desde fines del 2015 hasta junio de este año mantuvo una política monetaria contractiva, con la cual la tasa de referencia pasó de 3% a 8,25%. Desde entonces, revirtió su política y redujo esta tasa dos veces hasta 7,75% en setiembre.
Este cambio se debería, en parte, a que después de 35 meses, la inflación se encuentra por primera vez dentro del rango meta en ese país.
Para Carlos Prieto, gerente de Estudios Económicos del Banco de Crédito del Perú, el recorte de las tasas de referencia en economías avanzadas y emergentes responde a un factor común: el menor crecimiento de la economía mundial y la baja inflación.
En el caso del Perú, el BCR aún tendría espacio para recortar la tasa de referencia, por lo que se esperaría un recorte de 25 pbs antes de fin de año. Esto en un contexto de la ausencia de presiones inflacionarias y la brecha de producto negativa que se extenderá al 2020.
La inflación y otros indicadores tendenciales se ubican ya por debajo del 2% y las expectativas de inflación continúan disminuyendo, lo que le abre la puerta al BCR para un mayor estímulo.
Asimismo, según Prieto, no se descarta un recorte adicional de 25 pbs en el primer semestre del próximo año en caso de que las expectativas de crecimiento para la economía peruana sigan deteriorándose debido a factores locales o externos (riesgo de recesión en EE.UU. o mayor desaceleración en China).