El Pleno del Congreso de la República aprobó la creación de la Zona Franca de Cajamarca, en la provincia de San Ignacio, donde se desarrollarán actividades comerciales, industriales de bienes de servicios, bajo una normatividad especial en materia tributaria, aduanera y de comercio exterior.
La iniciativa integra los proyectos 5827/2020-CR, 7798/2020-CR y 5705/2020-CR, de los legisladores Felicita Tocto Guerrero (Somos Perú) y Walter Benavides.
La provincia de San Ignacio es la sede de la zona franca por su posición como frontera con el Ecuador, ya que le otorga una ventaja en relación con el resto de las provincias de Cajamarca.
Además, cuenta con el aeropuerto terminal Shumba a no más de 100 km de la ciudad de San Ignacio y la carretera que une con Ecuador a través del puerto Namballe. También posee los servicios eléctricos de la central eléctrica de Quanda, así como los servicios de agua y desagüe, además de áreas de terreno suficientes para establecer la zona franca de la ciudad de San Ignacio.
Adicionalmente, por ser zona franca de frontera, se aplicará lo dispuesto en la Ley 29778, Ley marco para el desarrollo de integración fronteriza y gozará de beneficios tributarios como el no pago de derechos de importación de mercaderías y el no cobro de algunos impuestos o regulación de impuestos son señalados en la iniciativa aprobada.
Zonas francas
El ingreso y la salida de mercadería en la zona franca proviene de la importación y la exportación respectivamente. La permanencia de los productos dentro de la zona puede ser indefinida, ya que no existen plazos para su extracción o retiro.
Asimismo, cuando se inicia una zona franca debe estar físicamente delimitada, se refiere a que debe existir una barrera física que separe la zona del resto del territorio nacional, dado que, para efectos aduaneros, es considerada como un área extraterritorial.
Estos espacios están regulados legalmente por las instituciones fiscales de un país, se desarrollan actividades comerciales, agroindustriales o industriales de bienes y de servicios, su gestión se realiza a través de una concesión.
También, las zonas francas están orientadas hacia el libre mercado, la generación de competitividad como país, la internacionalización y la consolidación de la oferta exportable, sus grandes objetivos están en la generación de empleo y la atracción de inversiones.
Además, incentivan, sin limitaciones, el desarrollo de actividades industriales, así como de producción de bienes y servicios.
De acuerdo con la legislación peruana, los usuarios de las zonas francas no pagan impuesto a la renta, impuesto general a las ventas, impuesto selectivo al consumo, entre otros; así como de todo tributo por crearse, excepto las aportaciones a EsSalud y las tasas respectivas.