Consumo: Expectativas de peruanos no son optimistas
Consumo: Expectativas de peruanos no son optimistas

Las expectativas de las familias peruanas ya no son optimistas: el índice de confianza del elaborado mensualmente por Apoyo Consultoría retrocedió en febrero y se ubicó en 50 puntos, es decir, exactamente en territorio neutral. Un indicador por encima de 50 puntos se considera positivo, mientras que por debajo de esta cifra refleja un ánimo pesimista. 


Esta diferencia se explicaría, principalmente, por el deterioro de las condiciones para generar empleo y por la reducción de las expectativas de los hogares sobre su situación económica futura, las que cayeron a su nivel más bajo en dos años. Al desagregar el resultado según los niveles socioeconómicos (NSE), se observa que el deterioro fue mayor entre los consumidores de los estratos C,D y E, mientras que el índice de los segmentos A y B se mantiene en el tramo positivo. Esto se debe a que el empleo para personas con educación superior está creciendo más que el empleo para las personas que no han alcanzado este grado educativo, detalla Raúl F. Jacob, analista de estudios económicos de Apoyo Consultoría. En los NSE AB hay una mayor proporción de personas con este nivel educativo. 

IMPACTO EN EL CONSUMO
La consultora no proyecta grandes cambios en la tendencia del consumo en el primer semestre del 2017. “Quizás en la siguiente parte del año, entrando hacia el 2018, se pueda ver una ligera y muy gradual aceleración, pero vendría de la mano de inversiones”, afirma Jacob. La baja tasa de crecimiento del consumo privado, que según proyecciones de Apoyo Consultoría será de 3,4% este año, se sostendría en la creación de empleo informal. Esto dado que, en un mercado laboral ‘frío’ como el peruano, la alternativa más rápida para sostener los ingresos del hogar ante la pérdida del trabajo suele ser recurrir al empleo informal, explica Jacobs. 

Otro de los factores que está afectando el consumo es que las familias perciben aumentos de precios. Si bien hubo una ligera mejora en febrero, este indicador se mantiene en niveles históricamente pesimistas. Actualmente, el 27% de las familias observa precios más altos que hace 12 meses, una cifra considerablemente mayor que el promedio de los últimos 10 años (15%). En un contexto en el que el consumo se encuentra débil, los hábitos de compra de las personas varían, señala Jacob. Incluso en rubros esenciales como transporte y alimentos, que no se ven muy afectados en el volumen agregado, sí se dan cambios en la composición del consumo, pues se busca el mismo producto en una marca más barata. Los mayores recortes en el presupuesto de los hogares suelen darse en las categorías como ropa, calzado y entretenimiento. 
Las perspectivas a corto plazo sugieren que el indicador vuelva al tramo negativo en marzo, terreno en el que no había estado desde noviembre del año pasado. 

PPK Y EL CONSUMO
En la primera mitad de cada gobierno el índice de confianza del consumidor suele evolucionar de la mano con la aprobación presidencial, explica Raúl F. Jacob, analista de estudios económicos de Apoyo Consultoría. Esto ya que se genera mucha expectativa en cuál es el impacto que podría tener el gobierno en fomentar la inversión, así como la creación del empleo formal. En el caso del presente gobierno, hasta el momento, ambos indicadores han tenido una tendencia similar.

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