Por: José Larrabure, gerente de la División de Inversiones de Prima AFP
Tras la publicación de los primeros resultados de la elección en Estados Unidos que daban como ganador a Donald Trump, los mercados financieros mostraron grandes caídas. Sin embargo, tras un primer discurso conciliador y las expectativas positivas con respecto al impacto de algunas de sus promesas electorales, los mercados se recuperaron rápidamente. Las principales promesas de campaña de Trump están centradas en dos frentes, el fiscal y el de política internacional.
Por el lado fiscal, los ofrecimientos están relacionados con un ‘boom’ de inversiones en infraestructura de hasta tres billones (millones de millones) de dólares en los próximos cuatro años. Adicionalmente, ofrece diversas reducciones de impuestos tanto a nivel corporativo como de personas. Se estima que las reducciones propuestas pueden alcanzar los cinco trillones de dólares en los próximos diez años.
La aprobación de estas medidas generaría un gran impulso a la economía norteamericana, pero surgen dudas sobre su factibilidad, ya que la aprobación de un mayor déficit y endeudamiento depende del apoyo del Senado y la Cámara de Representantes. Ambas cámaras se encuentran bajo control de los republicanos, pero no queda claro si Trump tendrá el apoyo de algunas facciones en el mismo partido. Algunos sectores y activos que serían beneficiados por estas medidas han mostrado importantes alzas en esta última semana, como es el caso de las empresas del sector industrial en Estados Unidos y algunos commodities como el cobre. Otro de los sectores más beneficiados ha sido el financiero, dada la expectativa de una menor regulación y mayores tasas de interés.
En cuanto a política internacional, tenemos dos aristas, la política inmigratoria y la política comercial. Me voy a centrar en la segunda, ya que podría tener implicancias bastante negativas para el crecimiento global. Durante la campaña, Trump se mostró en contra del TPP y habló de una posible disolución o renegociación del Nafta. A diferencia del frente fiscal, el presidente de Estados Unidos tiene autonomía constitucional para anular tratados comerciales e imponer barreras arancelarias.
Ante esta posibilidad, uno de los mayores perdedores es México, ya que en la actualidad el 80% de sus exportaciones va hacia EE.UU. Como consecuencia, la bolsa de México y el peso mexicano han sufrido caídas importantes. Trump también habló de imponer barreras arancelarias a las importaciones de China. Esto podría generar una guerra comercial, ya que seguramente China no se quedará cruzada de brazos.
En el Perú, el impacto de corto plazo ha sido mixto. Por el lado de las acciones, la BVL ha tenido una semana positiva por el incremento en el valor de las acciones mineras ligadas al cobre. Por el contrario, la deuda del gobierno y los bonos corporativos han perdido valor como consecuencia del alza en la curva de tasas de la FED y ante una menor demanda por bonos de países emergentes.
Aún es prematuro estimar el impacto de mediano plazo de este nuevo gobierno. En los próximos días debemos estar atentos a los primeros nombramientos en puestos claves que nos darán una idea más clara de cuál será su verdadera postura en el frente económico como de política exterior.