Las personas que viven en una vivienda informal y se ven obligadas a comprar agua de una cisterna, pagan hasta seis veces más que quienes tienen una conexión formal | Imagen: Referencial
Las personas que viven en una vivienda informal y se ven obligadas a comprar agua de una cisterna, pagan hasta seis veces más que quienes tienen una conexión formal | Imagen: Referencial
Redacción EC

La informalidad del sector inmobiliario en el Perú está estrechamente ligada al acceso a servicios esenciales. El más importante es una conexión a agua y desagüe. Lamentablemente, las personas que viven en una vivienda informal y se ven obligadas a de una cisterna, pagan hasta seis veces más que quienes tienen una conexión formal.

A las familias que compran un terreno de manera informal, las estamos destinando a 12 años de no tener agua y pagar el agua más cara. A diferencia de una vivienda conectada, ellos están pagando seis veces más, y esto afecta a las familias más pobres”, señaló José Espantoso, presidente de ASEI, en la Expo Real Estate Perú, organizada por la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI Perú).

Esta situación ocurre por una demora en la implementación de nuevas redes de saneamiento, agua o desagüe; y mientras el sector público resuelve cómo desarrollar estas conexiones, los ciudadanos más vulnerables siguen pagando precios exorbitantes por un servicio básico.

Antonio Amico, presidente de ADI Perú, hizo un llamado a reflexión sobre la tarifa de agua que paga gran parte de habitantes de la capital peruana.

Analizando la realidad, vemos que cada uno de nosotros paga agua muy barata. Pero si vamos a zonas de desarrollo emergente, podemos ver que se abastecen de camiones cisternas, que tienen que subir una escalera interminable y que acaban gastando S/ 300 al mes por agua”, explicó el ejecutivo, durante el panel “Vocería gremios: la formalidad necesidad imperativa”, que, además de ADI Perú, contó con la participación de Capeco, ASBANC y ASEI.

Ante la falta de acción de las entidades públicas, las empresas del rubro inmobiliario hacen una labor silenciosa para modernizar las redes de saneamiento en la ciudad de Lima y Callao.

Los expertos del panel observaron que uno de los requisitos principales para obtener una licencia de edificación es la factibilidad de agua y desagüe, que les otorga un punto de conexión a varias cuadras del edificio a construir.

Cuando nos dan esa factibilidad nos mandan a conectarnos a tres o seis cuadras; y si es en provincia, hablamos de kilómetros. Por este motivo, nosotros estamos renovando las redes a costo de los proyectos de las redes inmobiliarias, para generar mejor calidad de vida a los vecinos, al barrio y la ciudad”, subrayó Espantoso.

Por su parte, Amico apuntó que hace falta celeridad en el desarrollo de proyectos de ley que han recogido la opinión del sector privado, que permitan acompañar la labor de Sedapal y facilitar nuevas opciones para que los ciudadanos accedan al servicio de agua potable.

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