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El 2017 no fue un buen año para Movistar. A diferencia de sus rivales (Claro, Entel, Bitel), que sí incrementaron sus ventas, la compañía española cerró el cuarto trimestre con ingresos 8,2% menores a los registrados el mismo periodo del 2016 y 8,6% menos en el acumulado enero-diciembre.
Las ventas fueron menores tanto en telefonía fija como Internet y telefonía móvil, pero es este último el que mayor impacto tuvo en el resultado final. Solo se encontraron mayores ventas en la división de tv paga (11%) que llegó a sumar S/960 millones en el 2017.
De los S/8.431 millones en ingresos obtenidos el 2017, S/553 millones fueron por telefonía fija, lo cual es 4,7% menos que el 2016. Los ingresos por larga distancia fueron S/50 millones, menores en 23,8%, gracias al mayor uso de medios equivalentes (WhatsApp u otros). Y en Internet fijo se llegó a S/1.313 millones, 4,6% menos que el 2016.
La caída más pronunciada está en telefonía móvil, cuyos ingresos disminuyeron en 24,2% en el cuarto trimestre y 19,5% en el acumulado enero-diciembre. Incluso a nivel de ventas de equipos se observó una baja de 24,1% en el último trimestre y 8,6% en el resultado anual.
A nivel de líneas móviles, Movistar mantiene su liderazgo de participación de mercado (casi 40% de la torta) pero sigue perdiendo más clientes de los que gana y está en 13,7 millones de líneas móviles, de las cuales 4,7 millones son pospago.
En su reporte a la Bolsa de Valores de Lima, la empresa destacó que estos resultados adversos son fruto de la intensa competitividad del mercado -el mercado de telecomunicaciones continuó perdiendo valor durante el 2017 por un total de S/376 millones-, pero aseguran que se viene reduciendo el volumen de líneas perdidas por portabilidad de mes a mes.
POSICIÓN DE LA EMPRESA
Movistar informó en un comunicado que la destrucción de infraestructura en la zona norte del país generada por El Niño costero tuvo un impacto negativo en los ingresos, principalmente, por sus clientes en dicha zona. El caso Odebrecht, añadió, también alteró el ritmo en la ejecución de la inversión pública, lo cual repercutió directamente en el negocio de grandes empresas en Telefónica.
También señaló que el 2017 estuvo marcado por una intensa competencia entre las operadoras. Consecuencia de ello, agregó, el mercado de telecomunicaciones continuó perdiendo valor durante el año pasado por un total de S/376 millones.
La consecuencia de esta suma de resultados comerciales poco favorables es que la compañía cerró el año con pérdidas por S/237 millones y ya no obtuvo las ganancias que solía percibir hasta el 2016.
No obstante ello, indicó que se han mantenido a lo largo del año los niveles de inversión previstos para ampliar la cobertura de red fija y móvil.
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