Presupuesto 2022 sería “muy austero”, dice ministro Mendoza: ¿Cuánto espacio tendrá el nuevo gobierno para variarlo?

“Esto, aparentemente, nos indicaría que es un presupuesto muy austero. Lo que pasa es que los gastos que hemos destinado en este año a la salud han sido enormes. En parte, estos gastos, de naturaleza transitoria, dejarán de hacerse en el 2022. Esperemos que sea así”, comentó en respuesta a El Comercio, durante la presentación del balance de su gestión 2020-2021.

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El presupuesto aprobado para este año asciende a S/183.030 millones, un incremento de 3,20% respecto al del 2019. Sin embargo, el modificado, a la fecha, es de S/210.975 millones.

Mendoza añadió que la próxima administración deberá realizar las gestiones respectivas para la dispensa de “la ley fiscal que está vigente actualmente”, la cual estipula un déficit de 1%, pero “no es realista con la coyuntura”. “Nosotros trabajamos con un presupuesto de un déficit de 3,1%”, dijo.

Alfredo Thorne, extitular del MEF, comentó que finalmente el monto del presupuesto 2022 dependerá de las prioridades que quiera reflejar el próximo gobierno.

“Eso implicará mantener el déficit fiscal alrededor del 5,5%. Ahora, en el caso de Pedro Castillo, tendrá que moderarse y, probablemente, apuntar hacia propuestas de cinco años y ya no de corto plazo”, comentó.

A su turno, Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research, indicó que el espacio para ejecutar una política expansiva en la actualidad es mucho menor, toda vez que entre las principales necesidades del país está asegurar el crecimiento de la economía y la sostenibilidad fiscal.

“En el 2020 y el 2021, el gasto ha sido notable, por lo tanto, se tiene que recuperar ese espacio para cuando sea necesario nuevamente. Se ha hecho un importante esfuerzo fiscal en el marco de la pandemia, que ha permitido atenuar su impacto, pero no hay lonche gratis”, refirió.

El gran pendiente

A partir de este escenario, Mendoza señaló que uno de los principales retos para la nueva gestión será elevar la presión tributaria, que ha sido equivalente al 14% del PBI, en promedio, en el último medio siglo.

Perea agregó que es necesario recuperar ingresos y contener o revertir los gastos de emergencia. Esto, para evitar que la deuda pública respecto al PBI continúe su tendencia ascendente. El riesgo es una revisión negativa del ráting crediticio de país, lo que supone menos opciones para buscar préstamos y a mayores costos.

Thorne comentó que la primera tarea es estabilizar a los mercados financieros –cuya incertidumbre se refleja en el tipo de cambio y precio de los bonos– a partir de definir quién manejará la política monetaria y la publicación de la declaración sobre cumplimiento de responsabilidad fiscal.

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