Según la SMV, los pasivos de Petro-Perú en los últimos 12 meses ascienden a unos US$4.908 millones, en promedio.
Según la SMV, los pasivos de Petro-Perú en los últimos 12 meses ascienden a unos US$4.908 millones, en promedio.
Redacción EC

Por Luis Fernando Alegría y Nicolás Castillo / Unidad de Análisis Económico

Ayer, Petróleos del Perú (Petro-Perú) cumplió cincuenta años de existencia, entre derrames, elefantes blancos, malos resultados financieros y una deuda que comienza a ahogar a la firma. En este contexto, su presidente, Carlos Paredes, reconoció que es necesario tomar acciones para reducir el apalancamiento.

La situación actual es bastante delicada. Hoy se necesitan tres Petro-Perú para saldar toda la deuda que tiene. De acuerdo con los estados financieros de la firma, publicados en el portal de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), los pasivos de Petro-Perú en los últimos 12 meses ascienden a unos US$4.908 millones, en promedio.



En tanto, su patrimonio totaliza US$1.760 millones. Así, lo que la empresa debe es 2,79 veces su valor.

Del total de esta deuda, el 84% es de largo plazo. Ese pasivo es equivalente a 36,7 veces las utilidades antes de impuestos (Ebit). Esto significa que la firma necesita 36,7 años de ganancias propias del negocio para saldar su deuda de largo plazo.

Este problema de apalancamiento es relativamente nuevo y se ha agravado sustancialmente desde que el Gobierno Peruano decidiera poner en marcha el proyecto de modernización de la refinería de Talara.

El 29 de mayo del 2014, se firmó el contrato para iniciar ese proyecto, considerado “estratégico” por el gobierno de turno, pero que ha causado estragos a la estatal.

Si comparamos los estados financieros de ese momento con las cifras actuales, se ve que la deuda total ha crecido en más de dos veces (229%). En tanto, la deuda de largo plazo se ha multiplicado por seis (ha crecido 537%). Al mismo tiempo, las ganancias propias del negocio se contrajeron en 37%.

La foto previa a esta trayectoria era muy distinta: los pasivos totales de la firma representaban 1,47 veces el valor de su patrimonio. Este es un número muy inferior al que se ve actualmente y que estaba alineado con el promedio de empresas industriales en el Perú.

Más aun, la deuda de largo plazo era solo 3,6 veces las ganancias del negocio de la petrolera.

Es importante recordar que de los US$4.692 millones que Petro-Perú ahora estima como costo de la refinería, en el 2017 se captaron US$2.000 millones en los mercados internacionales aprovechando el bajo riesgo-país. Adicionalmente a ello, en el 2018 se tomaron US$1.300 millones de la aseguradora española Cesce.

RESPUESTAS
Dada la coyuntura que enfrenta Petro-Perú, su presidente detalló que hay dos estrategias para intentar revertirla. En primer lugar, buscarán nuevos accionistas del sector privado para aportar capital.

En segundo lugar, se buscaría monetizar parte de la refinería de Talara, permitiendo que empresas privadas operen las unidades auxiliares.

“Hemos iniciado las conversaciones necesarias con el MEF y la PCM para monetizar las unidades auxiliares de la refinería de Talara, regresando así al esquema inicial de financiamiento con que acometimos este proyecto”, apuntó.

LOS PROBLEMAS SON ESTRUCTURALES
Para el economista Pablo Secada, los problemas de Petro-Perú son estructurales. En primer lugar, señala que la industria petrolera en el mundo está de capa caída y que, en general, los márgenes de refinación son muy bajos.

“Con márgenes de refinación ínfimos y con una industria que está castigando al que tiene reservas y al que refina, la generación de valor es mentira”, apunta.

Lo que debe hacer Petro-Perú –considera– es importar combustible refinado y reparar el oleoducto.

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