(Unidad de Análisis Económico de El Comercio)
La agroindustria moderna se está convirtiendo en un motor de crecimiento para el Perú. El país ya es el productor líder mundial de diversas variedades de frutas y tiene el potencial para expandir aún más este sector, que es muy dinámico en la contratación de trabajadores.
Sin embargo, hay dos proyectos claves que están paralizados. La etapa II del proyecto Majes Siguas, en Arequipa, y la etapa III de Chavimochic, ubicado en La Libertad, no se pondrían en marcha hacia el año del bicentenario.
Según el último reporte de Pro Inversión, ninguno está en la cartera de proyectos adjudicables de aquí al 2022 y las proyecciones oficiales toman este escenario como base.
►Gobierno impulsará destrabe del proyecto de irrigación Majes-Siguas II
►ProInversión convoca a subasta pública terrenos de uso no agrícola de Chavimochic
En la Unidad de Análisis Económico de El Comercio, realizamos un ejercicio cuantitativo para tener una idea de la pérdida que implica esta parálisis. Bajo supuestos conservadores, ambos proyectos de irrigación implican unos US$1.744 millones que se dejan de exportar cada año.
La cifra representa el 13,2% de las exportaciones no tradicionales peruanas y, si se materializara, facilitaría lograr la meta de este tipo de envíos que el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) tiene planteada al 2021, de US$18.000 millones.
Recuperar esta oportunidad tiene el potencial para impulsar la contratación formal, en un sector que aporta 11,4% del empleo formal y, además, es el único rubro en el que la contratación crece a ritmo de doble dígito.
En términos regionales, la cifra también es relevante. El aporte de estos proyectos representaría un 7% del PBI de las regiones de Arequipa y La Libertad.
MAJES SIGUAS
El proyecto de irrigación en Arequipa está frenado desde fines del 2017 y está a la espera de que el gobierno regional firme una adenda que considera lesiva para los intereses de la región. Si estuviera en operación, significaría unas 38.500 hectáreas para cultivar.
Un producto de alto valor que puede crecer en la zona es la palta. Suponiendo una producción de diez toneladas por hectárea y un precio FOB de US$1,5 por kilo, la puesta en marcha de Majes Siguas II podría aportar US$578 millones anuales.
Este escenario es bastante conservador. Según el Ministerio de Agricultura, una hectárea de palta en Arequipa rinde, en promedio, 19,77 toneladas. Asimismo, la FAO reporta que el precio promedio por kilo de palta supera los US$2 en los últimos años.
Es importante notar que el sector agro emplea a más de 41.000 trabajadores calificados en Arequipa, un 6,1% de la fuerza laboral de la región.
CHAVIMOCHIC
Este proyecto en los valles de La Libertad está paralizado desde diciembre del 2016. Las obras, a cargo de Odebrecht y Graña y Montero, están a la espera de una adenda para terminar una represa, antes de que ambas firmas abandonen el proyecto; pero el Minagri señala que dicha adenda está en la cancha del gobierno regional.
Con la culminación de este proyecto, se sumarían 46.665 hectáreas cultivables, en una zona donde el espárrago tiene alto potencial.
En este caso, nuevamente suponemos una productividad por hectárea de diez toneladas y un precio FOB por kilo de US$2,5. En este escenario, se generarían exportaciones por US$1.167 millones.
De acuerdo con el Minagri, una hectárea de espárragos en La Libertad rinde 11,89 toneladas y su cotización en el exterior ha superado los US$3 en los últimos años.
En esta región hay más participación de trabajadores calificados en el agro, que representan 11,4% del total.
Finalmente, es importante notar que estos estimados representan 0,77% de toda la economía peruana y se trata de potenciar un sector que está probando ser resiliente a la turbulencia internacional.