El sector de energía eléctrica no reflejaría las leyes básicas del libre comercio de a mayor oferta menores precios para el consumidor. Expertos del sector alertaron que las tarifas eléctricas para el usuario final se incrementaron solo en el último año en hasta 22%, pese a que existe una sobreoferta de energía eléctrica de 40%.
Las tarifas eléctricas crecieron hasta en 22% de noviembre del 2014 a diciembre del 2015 solo en los sectores de pesca y hotelería. En tanto, para los usuarios residenciales la subida significó una variación de 19,2%, según data oficial.
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Según los expertos en estos temas Rafael Laca y Aurelio Ochoa, el principal factor del incremento tarifario es el Gasoducto del Sur, que desde el 2 de enero se financia a través de las tarifas eléctricas.
“Normalmente la garantía de red principal [el pago que figura en el recibo] se comienza a pagar cuando opera la empresa y no cuando se inicia la construcción, salvo emergencias como con [el gasoducto de] Camisea que no consiguió financiamiento”, afirma Ochoa.
Indicó que esto no ha quedado claro por parte del Gobierno. Cabe mencionar que no se pudo obtener una explicación de Osinergmin.
Si tomamos en cuenta el período desde que entró el actual gobierno a la fecha, Laca resaltó que las tarifas eléctricas subieron incluso más del 50%.
¿Qué es lo que ocurre? Los 2 analistas explican que lo normal es que exista un margen de reserva (sobreoferta) de hasta 30%, pero hoy se ha superado ese porcentaje, debido a que se construyó un gran número de plantas de generación con precios garantizados por el Estado. Esto último significa que los costos de producción de esas plantas son cubiertos por los usuarios en las tarifas eléctricas.
Solo en el 2016 ingresarán en operaciones 15 proyectos de generación eléctrica, de los cuales al menos 8 son superiores a una potencia de 100 MW. Además otras 23 más empezarán entre el 2017 y el 2018. Solo a finales del 2016 la sobreoferta alcanzará el 50%.
Por lo pronto, las generadoras Enel, Duke Energy Egenor, Termochilca, Fenix Power, Kallpa Generación y Statkfraft Perú han pedido formalmente postergar el proceso de licitación de la central térmica de Quillabamba que se entregará en concesión en el primer trimestre del 2016.
Estas empresas afirman que un incremento de la oferta también pone en riesgo la rentabilidad del negocio.
Ochoa recomendó una revisión de la lista de próximos proyecto cofinanciados por el Estado porque cada nueva central hidroeléctrica o térmica significa una subida de las tarifas eléctricas.
Adicionalmente, Laca mencionó que este crecimiento de la oferta ha generado un creciente interés por la exportación a Chile, lo que a su entender no significará un decrecimiento de las tarifas. Laca dice que un proceso de exportación generaría una menor oferta de energía para el mercado interno.