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RAÚL MENDOZA CÁNEPA (puede ver otros temas clickeando aquí)
Odiseo navega azarosamente por esta vasta historia. Ella transcurre en el mar, donde asoman todos los misterios y los peligros que el protagonista sabe enfrentar. Su viaje nos confronta, a contrapelo del sosegado poema de Kavafis (“Itaca”), con nuestros propios demonios .
Símbolos del mar
El mar tiene un significado ambivalente en “La odisea”, de Homero: ofrece sus brisas y su frescura a los navegantes, pero también los obstáculos que miden la reciedumbre moral y la agudeza intelectual del héroe. En esa interminable extensión azul, Poseidón lo rige todo y, por tanto, el hombre es un ser inferior, sometido a las furias y caprichos de un dios con pasiones humanas.
Mientras que en “La Iliada”, los peligros vienen de un enemigo mortal, en “La Odisea” el enemigo es el mar, un universo de monstruos y trampas que Odiseo derrota sucesivamente con la fuerza de su astucia. El filo de la espada no supera al peligro que se desprende de la furia de Poseidón, del Cíclope Polifemo, de Escila y Caribdis o de las tentadoras sirenas y sus cautivadores cantos.
La aventura
Nadie está a salvo en la travesía de esta encrespada vuelta a casa. Odiseo regresa a Itaca tras la guerra de Troya. Entre canto y canto los hombres van muriendo, se reducen dramáticamente en número ya sea por la tempestad o el naufragio. El viaje es una épica de la muerte, pero también de la nostalgia, de lucha contra el olvido, de la desesperación frente a la distancia y de los ineludibles obstáculos que se interponen en el camino.
Odiseo luchó diez años en la guerra y serán diez años los que trajinará para el retorno a Itaca a través del mar. Una vasta distancia lo separa de su reino yde su familia, de su esposa Penélope y su hijo Telémaco.
Crispado, sabe además que múltiples pretendientes rondan a su mujer y que su dominio será deshecho definitivamente si no supera los desafíos del mar y de la ausencia.
Sin embargo, Odiseo cuenta con una herramienta, su poderosa inteligencia, que es lo que le permite dar batalla a los dioses y los monstruos del mar a través de artimañas y de elecciones acertadas.
Escenas memorables
Odiseo es tentado con la inmortalidad por Calipso, pero su objetivo es el retorno y abandona pronto su isla. Reconstruye su embarcación, pero Poseidón la hunde vengando al temible Polifemo, su hijo, quien perdió su único ojo por la astucia del héroe. Salvado por Leucótea, Odiseo llega a la isla de los feacios. El mar le ofrece peligros, pero también sorpresivas salvaguardas.
En una de las aventuras los navegantes llegan a la isla de los lotófagos. Varios de ellos prueban el loto y pronto abandonan el deseo de volver. Entre las tormentas desatadas por Eolo, los intrépidos hombres se encuentran también con los gigantes lestrigones, devoradores de hombres. La muerte viene del mar y de las islas que se cruzan en el camino. También las tentaciones: Circe, como Calipso, aman al héroe, pero el fiel Odiseo tiene los ojos prendidos en el horizonte. Su fuerza reside en el deseo de volver.
La travesía se oscurece con los augurios de Tiresias, en la hondura del Hades. “Más peligros vendrán”, le dice, pero el astuto guerrero no se arredra. Debe seguir. El héroe reta a los aterradores Escila y Caribdis. Ha de cruzar el mar entre ambos, sopesar la magnitud de los riesgos. Acercarse a la primera sería perder a algunos de sus hombres. La cercanía a Caribdis sería la muerte total.
Advertido por Circe del peligro de dejarse llevar por los cantos de las sirenas (“aquel que las oye ya no vuelve a ver a su esposa ni a sus hijos”), Odiseo tapa con cera los oídos de su tripulación. Para oirlas y no ser tentado por ellas se ata al mástil y ordena que fuercen al máximo las ataduras si es que intenta soltarse.
“La Odisea” nos da algunas claves de los misterios del antiguo mar de monstruos, donde la muerte, la tentación y el temor solo pueden ser superados por el inagotable coraje e inteligencia de los hombres.