Jorge Paredes Laos

Hace más de 200 mil años, en la extensa sabana africana, el homo sapiens inició el camino de la civilización. De este ancestro común desciende la humanidad actual. Y aunque el naturalismo colonialista dio vida al término de raza, entre los siglos XV y XVIII, para clasificar y jerarquizar a las diversas poblaciones del planeta —siempre desde una superioridad europea—, lo cierto es que este concepto se ha ido desmoronando con el paso de los años, hasta ser no solo obsoleto, sino peligroso, pues su permanencia en el imaginario social sigue alimentando el racismo y la discriminación.