Foto de Claudia Alva
El arte peruano llega al Museo Reina Sofía I Arte

Por: Issela Ccoyllo
Este año, el Museo Reina Sofía de España adquirió un conjunto de obras gráficas del artista peruano Herbert Rodríguez para incorporarlas a su colección permanente. Estas podrían definirse como expresiones de la contracultura, arte alternativo o arte crítico, términos que aluden a prácticas artísticas concebidas fuera del circuito oficial del arte. Esto nos lleva a preguntarnos por la concepción que tiene uno de los museos europeos más importantes sobre el arte que se produce en este lado del mundo. Más aún cuando se anuncia una muestra global de su colección para el periodo 2020-2021.

La actualización de la colección latinoamericana del Museo Reina Sofía se inició en 2008, bajo la dirección de Manuel Borja-Villel. Con él, llegó al museo la valenciana Rosario Peiró Carrasco, quien se desempeña actualmente como directora de Colecciones. Conversamos con ella acerca de las líneas de la colección latinoamericana. Según Peiró se trata de un arte definido por “prácticas expandidas, híbridas, contraculturales y gráficas”.

—Fotolibros y gráfica política—
“En la colección latinoamericana tenemos tres líneas definidas —refiere Peiró— que, cuando se establecieron, estaban todavía fuera del mercado. Una es la del fotolibro, que nos interesó porque era un formato colaborativo que incluía diseño, literatura y fotografía, algo difícil de exponer con los dispositivos tradicionales, y eso nos pareció también muy sugerente. Después, está la línea sobre gráfica política, que incluye una parte ‘performática’, de interpelación del espacio público. Y, por último, la línea del performance. Después, hemos adquirido obras de artistas que están a caballo entre esas tres líneas, como es el caso del peruano Juan Javier Salazar, quien tenía una práctica híbrida interesante”.

Para formar la colección, un equipo del museo contactó con instituciones y artistas de diversos países latinoamericanos y el Perú fue uno de los primeros en ser visitados. “Hemos trabajado con mucha gente, la misma Teresa Velázquez [jefa de Exposiciones del museo] estuvo viviendo mucho tiempo en el Perú y estuvo trabajando con el MALI, con coleccionistas y con artistas; todo esto hizo que poco a poco nos fuéramos haciendo una idea de lo que estaba pasando en el Perú”, cuenta Peiró.

Como parte de esta investigación, se realizó la exposición Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años ochenta en América Latina, que les dio visibilidad a muchos artistas de la región. “Esa exposición se hizo con un grupo de curadores, entre los que estaba Ana Longoni, de Argentina, quien tenía un trabajo de investigación sobre las prácticas políticas en Latinoamérica, con un interés muy grande en gráfica. Yo recuerdo haber leído hace muchos años textos de Ana en los que ya hablaba del trabajo de Herbert Rodríguez, por ejemplo”, comenta. Y en ese proceso hallaron vínculos entre el arte gráfico latinoamericano y el que hacían colectivos españoles como Estampa Popular o un artista como Renau. Para Peiró la gráfica latinoamericana se define por esa interpelación del espacio público que la convierte en una práctica performativa. “Hemos comprado algunas piezas de Alberto Greco [Argentina], que en los años sesenta ya utilizaba la gráfica de una manera performática y pública”, dice.

—Presencia femenina—
Las artistas latinoamericanas también están bien representadas en la colección del Museo Reina Sofía; algunas fueron todo un descubrimiento. “Muchas de ellas son nuevas, pues no se conocían dentro de los circuitos españoles”, agrega la directora de Colecciones. Están, por ejemplo, Marcia Schvartz (Argentina), Luz Donoso (Chile) y Natalia Iguiñiz (del Perú). “En el caso de Iguiñiz —explica Peiró— son expresiones de diferentes acciones gráficas individuales y colectivas. Estamos trabajando también la incidencia que tuvo un proyecto como ‘Lava la bandera en el Perú’, dentro de esa línea de la gráfica que interpela el espacio público. En síntesis, intentamos que la colección tenga una línea clara y que en ella estén representadas diferentes generaciones de artistas”.

En este momento, un equipo del museo se encuentra en Chile y luego irá a Colombia. Sobre la exposición global del 2020-2021, Peiró anuncia: “Vamos a hacer una presentación de toda la colección, incluidas las nuevas adquisiciones latinoamericanas, que serán expuestas alrededor de un discurso general del museo”. Será una forma de insertar el arte contemporáneo de la región en la escena global.

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