“Se quiere un diálogo desde las artes visuales con otras especialidades”, afirma Giuliana Vidarte.
“Se quiere un diálogo desde las artes visuales con otras especialidades”, afirma Giuliana Vidarte.
Diana Gonzales Obando

Cuando hablamos de arte, ciencia y tecnología, estamos apuntando a amplios diálogos interdisciplinarios que, de cierta manera, han existido detrás del desarrollo de toda innovación. La obra de Leonardo Da Vinci es una máxima; este genio renacentista legó a la historia de la humanidad profundos estudios de anatomía, aerodinámica, botánica, arquitectura, además de sus aportes a las artes e inventos revolucionarios que siguen siendo modelos para el desarrollo del mundo científico y del pensamiento contemporáneos.

Otro monumental ejemplo lo encontramos en la arquitectura inca. En la ciudad de Machu Picchu se visualizan construcciones misteriosas que danzan con el paisaje. La lluvia o los arcoíris no hacen más que sumar belleza a esta maravilla cusqueña hecha de piedra. Los incas fueron una civilización que logró desarrollar grandes proyectos de ingeniería e innovación en tecnología agraria, hidráulica y metalúrgica, que eran a la vez portentos estéticos. Los resultados los podemos ver hoy en esos espectáculos de la ingeniería como Moray, Sacsayhuamán o Tambomachay.

Asimismo, la técnica en el antiguo Perú no estuvo desligada del arte, algo que se comprueba al analizar piezas arqueológicas como un deslumbrante manto paracas o la cerámica de Cupisnique, piezas que exhalan arte, ciencia, dominio de diversas técnicas y saber de las culturas que las crearon.

Se hace así evidente que el arte, la tecnología y la ciencia han dialogado entre sí desde siempre. Esto no es novedad.

s
s

—Lo contemporáneo—
Para la comprensión o cuestionamiento de la realidad, los artistas hacen uso de los avances tecnológicos, buscan nuevas formas de expresión para acercarse a nuevos públicos e investigan la sociedad para modelar un discurso que espera comunicar un sentimiento, una protesta o inspirar alguna reflexión.

Al respecto, Giuliana Vidarte ––curadora del Museo de Arte Contemporáneo, que promueve el Premio MAC Arte e Innovación 2019, con el apoyo de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC)–– sostiene que la idea de invención y creatividad es muy amplia. Por ejemplo, cómo con el uso de tintes naturales los artistas amazónicos están recreando una técnica ancestral desde lo contemporáneo. Hay detrás de sus obras todo un conocimiento con cientos de años de antigüedad: “Hay muchos proyectos contemporáneos que vuelven a esa materialidad; esto permite repensar, mirar y valorar esta tecnología”, comenta. “La pintura y el desarrollo de las diferentes técnicas pictóricas se dan gracias a los avances tecnológicos que unieron a artistas con otro tipo de especialistas. La relación entre arte y tecnología ha estado siempre”, agrega.

Con esta convocatoria el MAC busca promover nuevas tecnologías, pero también entender este término de manera mucho más amplia. Las bases lo expresan claramente: el concurso busca “la recuperación y apropiación de prácticas o técnicas ancestrales hasta nuevos medios como la realidad aumentada, la realidad virtual, la impresión 3D, las aplicaciones digitales, la composición sonora, electrónica, robótica, las instalaciones interactivas”, entre otras herramientas contemporáneas.

Vidarte invita por eso a los participantes a presentar proyectos interdisciplinarios. Podría ser interesante imaginar —por ejemplo— que un ingeniero mecánico pueda unirse con un videasta y con un músico para participar en este concurso y presentar una propuesta conjunta. “Estamos muy entusiasmados con los tipos de proyectos que vamos a recibir”, añade la curadora. La convocatoria estará abierta hasta el 31 de marzo próximo y el proyecto ganador será expuesto entre junio y agosto de este año.

A los ganadores se les dará un espacio en blanco en el museo (aproximadamente unos 400 m2) para que puedan desarrollar su propuesta. Manos a la obra.

Contenido sugerido

Contenido GEC