El Comercio, 12 de marzo de 1930
Dando comienzo a la campaña en favor de la independencia completa de la India, Gandhi, acompañado de 79 de sus seguidores, comenzó la marcha hacia Jalajpur, en donde tratarán de extraer sal de las salinas, violando así el monopolio gubernativo.
El movimiento tiene por finalidad conseguir que no se pague impuestos al gobierno y que la población hindú se abstenga en absoluto de compartir el gobierno de su país con los administradores británicos.
Alrededor de 20,000 personas presenciaron la partida del grupo que salió de la residencia de Gandhi a las seis y treinta de la mañana. Otras muchedumbres ya están instaladas a lo largo del camino que seguirán los manifestantes, quienes piensan hacer altos en las aldeas de Asali y de Bareja.
Gandhi, a pesar de sus 61 años, marchaba con paso firme.
El grupo piensa demorar veinte días para llegar a pie hasta jalalpur que se halla a 165 millas de distancia.
Gandhi ha recibido muchos regalos antes de su partida, entre ellos un caballo que le ha enviado una dama.
La ceremonia superticiosa de romper cocos antes de partir, para evitar los espíritus malos, se verificó pocos minutos antes de la marcha. Tomaron parte en ella varios hindúes.
De la comitiva, nueve son maestros, veinticinco estudiantes, doce poseen grados universitarios y los restantes treintaitres pertenecen a diversos departamentos de Ashran.
El congreso nacionalista ha lanzado un llamamiento pidiendo reclutas para que se ayude a la campaña iniciada por Gandhi. El gobierno británico observa muy de cerca la situación y hay dos compañías de tropas británicas y un regimiento hindú en Ahmed Abad.
La procesión que encabeza Gandhi ha completado su primera etapa llegando a la aldea de Asali después de una marcha de cuatro horas.
Millares de hombres, mujeres y niños siguieron la procesión durante muchas millas, pero la mayor parte se regresó al punto de partida.
A lo largo del camino la muchedumbre lanzaba al paso del cabecilla nacionalista billetes, flores y azafrán.