Redacción EC

NORA SUGOBONO

Cincuenta comienzos distintos llegó a armar en la sala de edición instalada en su casa de Studio City, Los Ángeles. “Que abra la entrevista de Victoriano López”, pensó primero. El  cocinero encargado de comandar La Mar en Nueva York y actualmente Tanta de Chicago aparecería presentando con su testimonio el documental, cuya producción empezó en 2011. Después llegaban a la mente de Patricia las grabaciones que había realizado a gente anónima por las calles de Lima. Y el material que filmó en Girona, España, en el ya célebre restaurante Celler de Can Roca. O el de Pachacútec, donde había registrado la construcción de un huerto para los niños del colegio Magdalena Vizarreta que les enseñaría sobre cocina sostenible. Tenía todo eso y más, porque nunca quiso perderse un solo momento.

De los dos años que acompañó a por el mundo posee incontables horas de cinta y más vivencias de las que cualquier mortal puede presumir. Persiguiéndolo había llegado hasta el gélido Estocolmo para verlo recibir el homenaje a toda una vida dedicada a la gastronomía y, con la misma ilusión, se había trasladado hasta la bahía de Paracas para visitar a su lado –mientras él, aventurero, conducía su camioneta por el desierto– a un grupo de pescadores artesanales. Se había hecho amiga de las productoras de quinua más risueñas de Puno y tenía guardado el momento en el que Acurio y equipo escucharon con emoción que Astrid & Gastón se convertía en el restaurante número uno de Latinoamérica. Donde sea que él estuviese, allí iría ella. Pero no podía seguirlo para siempre. La cámara debía apagarse pronto.
 
(Finding Gastón, en inglés) es el documental que reúne en 1,15 horas el camino recorrido por Gastón Acurio como símbolo del crecimiento y la difusión de la cocina peruana en el mundo. Algo que ha significado para Patricia Pérez un esfuerzo colosal en el registro de cada uno de sus movimientos. La idea –concebida y financiada por Pérez, salvo auspicios que entraron en la recta final– surgió tras el éxito de Mistura: El poder de la comida,  opera prima de la cineasta radicada en California desde hace una década. Ese fue el primer contacto entre directora y cocinero.

“Me he obsesionado un poco con la gastronomía a raíz de Mistura”, confiesa Pérez sin reparo. No en vano el proyecto con el que pretendía seguir en esa misma línea habría sido un documental sobre la reunión del G9 (cumbre gastronómica celebrada en 2011). Complicaciones en su agenda no se lo permitieron. Poco después, otra idea despertaría nuevamente su pasión. Patricia debía viajar a Lima para conversarlo en persona con el protagonista. “Mira, lo que nosotros queremos hacer es un documental para mostrar tu historia como hilo conductor de lo que está pasando con la gastronomía en el Perú. Lo único que yo necesito es que me des acceso”. Él dijo que sí. No hubo mayor plan. No hubo agenda anticipada. Ningún personaje impuesto. Todo iría saliendo en el camino.
 
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