ADRIANA GARAVITO
Patricia Delgado es una prueba de que si amas lo que haces, siempre sale bien. Bueno, en su caso, sale muy rico. Su pasión por la pastelería artesanal fue la que la animó a abrir hace dos años Miscelánea Dulces, un lugar en el que los ingredientes naturales como el cacao, las especies y las frutas frescas reinan. Sin embargo, lo que más le gusta hacer es compartir todo lo que sabe en talleres prácticos que dicta semanalmente. Uno puede elegir entre: cupcakes, cakes, helados, chocolatería y tortas. “No tienes que saber cocinar para asistir a estas clases. Lo único que necesitas son las ganas de querer hacer cosas ricas”, cuenta. “La verdad es que muchos se sorprenden de todo lo que pueden hacer”.
De esta manera, Patricia propone olvidarse por un momento de las dietas extremas y tener en cuenta que si uno disfruta de los placeres de la vida, las cosas no pueden ir mal. “Cuando veo a mis alumnos cerrando los ojos para probar un postre imagino que es porque están viviendo un momento mágico, se están encontrando con algo auténtico y ese momento es el que me carga de energía para seguir cocinando”.
MÁS DATOS
TRANQUILIDAD ANTE TODO
Si estás preparando un postre, no pierdas el control. Acuérdate de que la pastelería es exacta. No te puedes dar la licencia de hacer cosas “al ojo”. Calcula con paciencia tus ingredientes.
QUE SUBA LA TEMPERATURA
¿Un queque en mente? Recuerda que la mayoría de estos se ponen a 180° en un horno precaliente. Pero siempre es mejor revisar la receta o apuntar si en tu horno funciona mejor a 175°, por ejemplo.
QUIERO CONSISTENCIA
Si al hacer cupcakes el buttercream no te queda consistente es porque la mantequilla que usaste estaba helada. Es importante que esta se encuentre a temperatura de ambiente.