(Foto: Archivo )
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Redacción EC

La es una enfermedad que no discrimina y que está presente en personas de todas las edades y todos los niveles socioeconómicos en nuestro país. La principal causa de la enfermedad es la deficiencia de hierro en la dieta diaria. Es decir, el bajo consumo de alimentos que contienen este mineral.

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Esto, según explican los expertos, no se relaciona necesariamente con la falta de acceso a los alimentos, sino con la falta de educación alimenticia.

“Es necesario tener una alimentación complementaria rica en hierro con alimentos de origen animal como el hígado, la sangrecita de pollo, el bazo y los pescados oscuros, pero lamentablemente hay mucho desconocimiento”, sostiene Julie Mariaca, coordinadora de la Unidad Funcional de Alimentación y Nutrición Saludable del Ministerio de Salud (Minsa).

De acuerdo con la funcionaria, desde el Minsa están trabajando para brindar en sus establecimientos consejería nutricional para padres y cuidadores de niños. Estas incluyen sesiones demostrativas sobre la importancia de la alimentación adecuada desde los primeros años.

“La anemia tiene un impacto en los individuos porque ataca sus potencialidades en todo el proceso de la vida”, añadió Mariaca, quien aconsejó que los esfuerzos para educar a la población debe replicarse en centros privados.

—Por una mejor dieta—
María Elena Ugaz, oficial de Nutrición y Desarrollo Infantil de Unicef, subrayó también la importancia de que la población entienda la necesidad de incorporar en su dieta diaria alimentos de origen animal con alto contenido en hierro.

Si bien la anemia tiene una mayor prevalencia en niños de entre 6 y 36 meses (43,5% a nivel nacional), Ugaz dijo que se detectan casos de menores de 4 meses que tienen deficiencia de hierro.

“En el caso de adolescentes y adultos, ocurre que ingieren alimentos no nutritivos, que quitan el hambre pero no alimentan. Es necesario que todos sepan que deben acudir al médico a hacerse chequeos”, añadió Ugaz.

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