Así fue la agitada Navidad de bomberos y policías [VIDEO]

Sí, la Navidad es una fiesta para compartir con la familia y nuestros seres más queridos. Esto es cumplido a medias por aquellos oficios en los que no hay descanso. Como los bomberos y los policías que, antes, durante y después de las fiestas, están al servicio de todos nosotros.

Ha sido una madrugada movida para los bomberos de la Salvadora 10 de Lima, estación de bomberos ubicada en el jirón Belén, muy cerca a la Plaza San Martín. Desde la medianoche, comenzaron las emergencias; y, desde allí, los 14 bomberos que permanecían en la sede, comenzaron a salir hacia donde se les delegaba. No pararon incluso hasta pasadas las 7 de la mañana: accidentes vehiculares, incendios o incidentes con materiales peligrosos, allí estarán ellos velando por nuestra integridad, como siempre lo han hecho.

Los bomberos nos cuenta que sus familiares ya se han adaptado a este estilo de vida, que las emergencias son así y que, el camino que escogieron de servir, puede resultar a veces molesto cuando uno pierde momentos importantes con los seres queridos. Sin embargo, esto se reconforta y se suprime con la satisfacción que produce salvar una vida o ayudar al prójimo sin ningún interés. Así lo hacen y lo seguirán haciendo.

Eso ocurrió anoche, pero hoy, mientras las familias empiezan a salir y la ciudad empieza a despertar del letargo de la Navidad, hay otros personajes que siguen ahí, pensando no solo en su familia, sino en nosotros.

Es mediodía y la Plaza de Armas está poblada de gente que sale de misa en la Catedral, o algunos turistas y curiosos que observan como, en Palacio de Gobierno, se desarrolla el cambio de guardia. Allí, en plena plaza, resguardando la seguridad de todos, están los policías, de distintas unidades, cada uno cumpliendo una función específica. Tampoco conocen de feriados, es así, es lo que escogieron, y saben que les puede tocar pasar fiestas en servicio. Aún así, al llegar a casa, se encuentra su mayor motivación, la familia, que siempre los acompaña, sin importar cuán ausentes, cumpliendo su trabajo, puedan estar. Felices fiestas a todos ellos.