Un niño de apenas dos años sufrió un infarto cerebral y fracturas en ambas piernas luego de que el auto donde viajaba con su padres diera un vuelco, y quedara llantas arriba, en el cruce de las avenidas Santa Rosa y Central, en San Juan de Lurigancho.

El accidente ocurrió cuando la familia retornaba a su vivienda tras comprar una pizza, debido a que una de las llantas del vehículo quedó enganchada en un buzón mal tapado.

La madre del menor, Brenda Marreros, informó que en dos hospitales se negaron a atender al pequeño pues exigían que el SOAT sea presentado. De uno de estos nosocomios, el Hipólito Unanue de El Agustino, Luis Azaña, papá del niño, fue echado, según dijo la mujer.

Ahora, los médicos estiman que la recuperación del pequeño durará entre seis meses y un año. Por el momento, sus padres desconocen cuál es la empresa responsable, pero exigen a la Municipalidad de San Juan de Lurigancho responder por el buzón mal tapado.

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