Beto Ortiz: “Estoy en contra de la histeria homofóbica”
Beto Ortiz: “Estoy en contra de la histeria homofóbica”
Redacción EC

MILAGROS LEIVA GÁLVEZ

Le pregunto a Beto Ortiz cómo vive una pareja homosexual en el Perú y contesta sin titubeos: Las parejas homosexuales son tan diversas como las heterosexuales y son cada vez más las parejas gays que logran vivir bien. Cada vez con menos miedo, más respeto y con eso que en inglés se llama ‘d.i.n.k.’, ‘double income, no kids’ (doble ingreso, no hijos), lo cual los convierte en un target preferido del mercado. Así habla este periodista que defiende el proyecto de ley de la unión civil. Aquí su pensamiento.

La socióloga Liuba Kogan acaba de escribir que los grandes temores que llevan a argumentos en contra de la unión civil esconden el pavor de muchos peruanos de saber que el mundo ya no es como se imaginan. ¿Cuál es tu reflexión?
Antes era menester haber viajado para aprender un poco de la vida, ya no: gracias a Internet, los jóvenes peruanos son ciudadanos del mundo que ya no se dejan embaucar. La marcha del sábado pasado es una extraordinaria prueba de que por fin estamos dejando de ser la aldeíta colonial y atrasada que fuimos.
 
¿Por qué esta vez sí marchaste si es conocido que no crees en estas convocatorias?
¡Porque soy el único gay público del Perú! ¿O conoces otro? No hay. ¿En la política, en la televisión, en el deporte? No existen. Todos se van a morir asfixiados en el clóset. Dejando la ironía a un lado: la marcha fue impecable, hermosa, histórica. Nunca creí que viviría para ver algo así en mi país. Absolutamente inolvidable.
 
¿Por qué crees que en el Perú es tan fácil reconocer discursos homofóbicos?
Estoy en contra de la histeria homofóbica y racista. En mi experiencia, muchos peruanos son homofóbicos solamente de la puerta del cuarto para afuera. De la puerta del cuarto para adentro, es otra historia.    
 
¿La unión civil no es una estrategia para llegar al matrimonio y luego a la adopción?
Si el proyecto de unión civil ha tenido este tremendo efecto, es porque ha planteado una verdad del tamaño de una catedral: si tú tienes derecho a proteger a tu pareja con un seguro, a heredar sus bienes, a decidir sobre su salud en caso de emergencia, a darle tu nacionalidad o a adoptar la suya, yo debo tener exactamente los mismos derechos porque soy tan ciudadano como tú, tengo los mismos deberes y pago los mismos impuestos que tú. Es tan simple como eso.

¿Pero cuál es la diferencia entre el matrimonio y la unión civil?
La palabra ‘matrimonio’ tiene toda una enorme carga ritual que es necesario dejar fuera del debate si queremos que este llegue a buen puerto. Es mejor hablar de unión civil porque se trata de reconocer a las parejas del mismo sexo los mismos derechos que al resto de parejas.
 
Los conservadores están convencidos de que las relaciones homosexuales deberían ser invisibilizadas porque son un mal ejemplo para los niños.
Ojalá los “conservadores” solo quisieran invisibilizarnos, lo que necesitan es satanizarnos. El argumento ese del mal ejemplo es tan candelejón que ya da vergüenza ajena. ¿Quiere decir entonces que papi y mami deberían aparearse delante de sus hijos para dar el buen ejemplo? Es ridículo. Nadie está más obsesionado con el sexo que los curas. ¿Quién es el peruano que más veces habló sobre homosexualidad en los últimos seis meses? Apuesto que fue un cura.

El papa Francisco ha enviado un cuestionario a los sacerdotes y obispos del mundo indagando, entre otros puntos, sobre si las uniones civiles entre personas del mismo sexo ponen a la pareja al mismo nivel que el matrimonio entre un hombre y una mujer. ¿Qué le responderías?
No entiendo por qué seguimos metiendo al papa Francisco en una discusión de derechos civiles en un país laico. ¿Cuál es el trasfondo de esta pregunta? Preguntémosle también al Dalai Lama.
 
Sigamos con el Papa. Ha dicho que “la situación en la que vivimos nos presenta nuevos desafíos que a veces nos cuesta entender”. ¿Qué nos cuesta entender sobre la homosexualidad?
Supongo que para los recalcitrantes lo más complicado será tener que seguir negando lo innegable: que el sexo no tiene como único fin la reproducción ni como requisito indispensable el matrimonio. Que el sexo es, sobre todo, la expresión suprema del afecto, del deseo, de la ternura entre seres humanos. ¿Lo admitirán? Imposible. El día que acepten esa simple verdad, la granítica ideología católica se desmorona. Se les cae el techo de la Capilla Sixtina y no queremos que eso ocurra porque se destruiría la obra maestra de uno de los más insignes homosexuales de todos los tiempos.
 
La población homosexual en nuestro país bordea los tres millones, pero la mayoría de los peruanos está en contra de la unión civil. ¿Cómo promulgar una ley que no tiene apoyo?
Primero, los derechos elementales de las personas no requieren apoyo mayoritario. Segundo, los peruanos hemos sido amamantados en la homofobia, el racismo y el machismo. No podemos pretender que la gente se abra el cráneo y se saque ese chip de un día para el otro.
 
¿A qué atribuyes el silencio presidencial? García, Keiko y PPK apoyan la unión civil, pero Humala no ha dicho nada.
Veamos: Vargas Llosa no solo apoya la unión civil, sino también el matrimonio gay, el congresista Sergio Tejada estuvo en la marcha, la ministra Ana Jara exigió respeto para los que salimos a las calles y el presidente del Congreso, Fredy Otárola, ya adelantó que votará a favor. ¿Tú no distingues allí una posición oficial? Yo sí. ¿Qué mejor oportunidad que esta para deslindar con el etnocacerismo y sus manifiestos delirantes?
 
El cardenal Cipriani ha pedido un referéndum.
Si realmente está preocupado de lo que piensa la mayoría, haría bien en pedir un referéndum para saber si la mayoría está de acuerdo con pagarle el sueldo y exonerarlo de impuestos a cambio de dejar que nos diga qué hacer o no hacer en nuestras camas.
 
¿Qué le dirías al cardenal Cipriani si pudieras hablar a solas con él?
Que fue una maldad llamarnos “mercadería averiada”. No soy mercadería porque no estoy en venta y si él me detecta una avería, que me señale cuál es para repararla. También le rogaría que explicara mejor la famosa “parábola del árbol caído” que usó el año pasado para pedir misericordia para el obispo auxiliar de Ayacucho, Gabino Miranda Melgarejo, acusado de abuso sexual de menores y destituido por el mismo papa Francisco.
 
¿Tienes esperanzas de que esta ley se promulgue?
Sí.

Los congresistas Rosas y Chávez han presentado proyectos para proteger los bienes económicos, pero no están de acuerdo con el cambio de estado civil.
Martha Chávez cree que todos los homosexuales somos como sus peluqueros. Y eso es, más o menos, como pensar que todas las congresistas son como Susy Díaz. La mejor manera de saber si un proyecto es bueno es cerciorándose de que Martha Chávez esté en desacuerdo.
 
El congresista Rosas ha dicho que no se puede hablar de un gen gay. ¿Naciste, te hiciste, te transformaste en gay?
Declino cordialmente polemizar con un fanático como el pastor Rosas. Tampoco discuto jamás con senderistas ni con barristas. Los fanáticos son discos rayados, es inútil intentar razonar con ellos. Habría que preguntarle a Keiko qué méritos hizo tamaño profeta del odio para tener el número uno en su lista de candidatos al Congreso. Yo creo que nací homosexual, pero esa es una opinión basada en mi experiencia de vida, no es necesariamente la verdad.
 
Hoy es Domingo de Resurrección, un día de júbilo y de reflexión. ¿De qué te sientes orgulloso?
Me siento orgulloso, reflexivo y jubiloso de que –según la Encuesta del Poder de Ipsos Apoyo de los años 2012 y 2013– el periodista más poderoso de la televisión en el Perú es este ciudadano homosexual al que la gente en la calle le pide, a cada rato: ¿Por favor, podrías tomarte una foto cargando a mi hijito?

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