Hace dos semanas, el presidente Martín Vizcarra destacó las virtudes del nuevo Hospital de Emergencias de Ate. “Está listo y habilitado para atender a 110 pacientes en UCI”, dijo. Anunció que se convertirá en el “Instituto Nacional de Medicina Crítica” y felicitó a su director por el “excelente trabajo”.
Sin embargo, el hospital que atiende exclusivamente a pacientes con COVID-19 no tiene los estándares de calidad que tanto resalta el Gobierno, según familiares de pacientes y de médicos intensivistas de ese nosocomio, quienes conversaron con El Comercio. Además del hacinamiento, se han diseminado bacterias multidrogorresistentes entre las personas graves en UCI.
Este Diario ha podido documentar la historia de 19 pacientes que fueron contagiados intrahospitalariamente con las bacterias acinetobacter, klebsiella y pseudomona. Estas son altamente peligrosas y tienen una tasa de mortalidad de 50% al 80%, según la infectóloga e investigadora del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt, Fiorella Krapp.
Los familiares revelaron lo que les informaron los médicos: que los pacientes tenían estas bacterias y que requerían con urgencia antibióticos para combatirlas, como la colistina y la tigeciclina. Estos medicamentos son escasos en el mercado y sus precios varían entre 150 y 400 soles la unidad. La colistina, según tres expertos consultados para este informe, dejó de usarse en 1950 después de demostrarse que ocasionaban daños severos en los riñones. Ahora se han vuelto a utilizar porque son efectivos para este contagio.
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PRESUPUESTO
Según la página de Transparencia del Ministerio de Economía y Finanzas, al Hospital de Emergencia de Ate le asignaron S/68′500.093 por la pandemia del COVID-19, de los cuales ha gastado solo S/35′517.006. Es decir, el 51,9% del presupuesto. A pesar de estos recursos, obligan a los familiares a comprar colistina.