El panorama parece ser el mismo de ayer en el segundo día de operación ininterrumpida del Corredor Azul. El Comercio comprobó, en un recorrido realizado esta mañana, que las colas en los paraderos autorizados de la troncal seguían con decenas y hasta cientos de personas exigiendo mayor rapidez en la llegada de los buses azules.
Esta situación se registró por ejemplo en el paradero Virú, en el Rímac, donde aproximadamente unas 150 personas formaban una cola que daba la vuelta a una calle colindante. "Estoy esperando media hora, solo he avanzado 50 metros y aún falta mucho para abordar el bus. Voy a Miraflores, todo es un descontrol", dijo el usuario Eugenio Tocto, de 36 años, en el referido punto.
A ello se sumaron nuevos intentos de choferes de buses y cústeres de transporte público por acceder al corredor Tacna – Garcilaso – Arequipa, aprovechando la escasa presencia de personal fiscalizador. Una de las zonas donde esta situación se produjo fue el cruce de las avenidas Arequipa y 28 de Julio. Allí los inspectores lograron impedir el ingreso de una combi.
Sobre estos problemas, el presidente de Pro Transporte, Ítalo Fernández, sostuvo que la próxima semana se evaluará el aumento de la flota de buses en el Corredor Azul y la ampliación de horario del servicio.
"Estamos desde las 5 a.m. hasta las 11 p.m., pero si se requiere ampliar el horario para atender la demanda después de esa hora lo evaluaremos", indicó.
Sobre el incremento de taxis colectivo, en el corredor, Fernández dijo que la fiscalización corresponde a los inspectores pero no cuentan con el número de personal suficiente.
"Son faltas administrativas del transporte. No tenemos la cantidad suficiente para controlar que no se metan al corredor o hacer batidas", agregó.