Atomizados en manzanas, las ciudades se han diseñado – o , en la experiencia peruana, construido casi al azar– para agruparse en pequeñas islas divididas por calles dominadas por los autos. Con veredas angostas y calzadas amplias, la jerarquía del vehículo se ha resistido a cambiar. ¿Y si existe una forma mejor de integrarnos? De esta premisa nació el concepto de supermanzanas, áreas de cuatro o cinco manzanas en cuyo interior las calles sean para el uso prioritario del peatón.
Lee también: Audiencias vecinales: las preguntas y las promesas del alcalde Carlos Bruce a los vecinos surcanos
En Surco ya se ha delimitado una y tiene un propósito: ser la primera Zona de Tránsito Calmado del país. Durante la última audiencia vecinal promovida por El Comercio, el alcalde Carlos Bruce presentó esta propuesta que será financiada por el Banco Mundial (BM) con más de 16 millones de soles.
“El concepto de supermanzanas calza perfectamente en el centro histórico de Surco, con calles no muy anchas que además tienen un alto contenido cultural y tradicional. Lo que se busca es que se invierta el uso de las vías públicas. Actualmente, el 80% es para carros y el 20% para las personas. Queremos que sea al revés”, explica a este Diario.
En la práctica se plantea adoquinar todo el cuadrante entre los jirones Miguel Grau Seminario, Andrés Avelino Cáceres, Santo Cristo y Doña Delmira. Aunque se permitirá el paso de vehículos, la velocidad será reducida a 20km/h o 10km/h y no se podrá estacionar. El proyecto incluye arborización, cableado subterráneo, juegos infantiles, zonas de descanso y una playa de estacionamiento para los vehículos de vecinos y visitantes que ya no podrán estacionar en las calles.
“Aquí desaparecen las pistas y veredas, todo es un solo plano, un gran pasaje prioritariamente peatonal. Los carros pasarán eventualmente a velocidad muy lenta y no se podrán detener. Todos los cables aéreos se entierran y se invierte mucho en mobiliario urbano: juegos para niños, asientos para mayores, plazoletas. El espacio urbano va a ser para el peatón”, detalla Bruce.
El proyecto de las zonas de tránsito calmado no es exclusivo de Surco. De hecho, el financiamiento BM será posible luego de que ganaran, junto a cuatro distritos (La Molina, Lince, San Miguel y Surquillo) un concurso realizado por el organismo internacional y la Municipalidad Metropolitana de Lima. El creador del concepto de supermanzanas, el ecólogo y psicólogo Salvador Rueda, quien ha contribuido a la implementación en ciudades como Barcelona, Buenos Aires y Quito, también ha participado en visitas técnicas y talleres a los municipios elegidos. La idea es que la implementación de los proyectos tenga la asesoría del BM.
Plazos y promesas
Bruce asegura que en e todo está encaminado para que el expediente técnico se inicie en cuatro meses y las obras arranquen hacia los último meses del 2024. La etapa que queda en este año es convencer a los vecinos directamente involucrados.
Una de las promesas es que la supermanzana permitirá incrementar la actividad comercial, el valor de los predios y, sobre todo, la calidad de vida de adultos y niños. “Esto también tiene un impacto en la seguridad sin invertir un sol en la seguridad. En el momento que la gente gana la calle, el ladrón se aleja. El ladrón aprovecha las calles oscuras, solitarias”, dice.
Sobre los estacionamientos (precisamente una de las dudas se se hizo evidente en la audiencia vecinal), el alcalde añadió que se implementará uno con tarifa social para los vecinos. “Vamos a implementar una playa de estacionamiento cerrada y vigilada para el vecino y visitante. De tal manera que se deje el carro y uno camine por unos pasajes totalmente seguros a sus casas”, finalizó el alcalde.
Estrategia integral
Con el cambio climático cada vez más evidente en el mundo, el concepto de supermanzana busca crear entornos urbanos sostenibles y resilientes, explica Salvador Rueda, presidente de la Fundación Ecología Urbana y Territorial, creador de este concepto. “Las supermanzanas permiten reducir el consumo de energía porque haces un planteamiento de movilidad diferente y con ello reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Al sustituir automóviles por arbolado produces sombra y la posibilidad de permeabilizar el suelo y disminuir grados de temperatura”, indica el ecólogo y psicólogo.
Precisamente por su urgencia en un contexto de calentamiento global, el especialista señala que se requiere un rediseño integral de las redes de transporte que evite que queden como iniciativas aisladas. La finalidad es que se logre disminuir el número de vehículos privados en circulación gracias a la reapropiación del espacio público para el peatón y usuarios de medios sostenibles como la bicicleta.
La implementación de la zona de tránsito calmado en Surco será una oportunidad valiosa de poner en evidencia los beneficios: “Si no es extendido por toda la ciudad, no tiene mucho sentido. Se necesita una red, la pretensión es que todos tengan una calidad de vida semejante”, añade Rueda.
Con él coincide Mariana Alegre, directora de Lima Cómo Vamos, quien precisa que se requiere el diseño, de la mano de la Municipalidad de Lima, de un plan de gestión de las vías locales en todo el distrito para determinar cuáles serán las calles de tránsito para el que debe atravesar Surco y cuáles son las calles de destino. Esto incluye un plan de mejora de veredas, ciclovías y espacios públicos de otros sectores y no solo de la supermanzana. “Se van a dar cuenta que muchas zonas de su distrito van a empezar a querer tener los beneficios de la zona de tráfico calmado”, indica la urbanista.
De todas formas es inevitable un impacto en el conductor. Lo primordial, sostiene Alegre, es que sea mitigado sin que eso signifique quitarle prioridad al peatón. “Tenemos que ofrecer al auto fluidez, pero eso no implica velocidad. Eso implica diseñar apropiadamente y correctamente las vías por donde los autos pasarán, las intersecciones, la semaforización, la señalización”, indica. La tarea más importante de todas es mejorar el transporte público, cuya competencia excede las capacidades distritales. “El auto no necesita llegar más rápido a su destino, necesita llegar a tiempo con fluidez así vaya a 30 o 20 kilómetros por hora. No necesitamos vías para que los carros vayan a 80 o 90 kilómetros en el medio de la ciudad, eso no tiene sentido”, indica Alegre.
En Chile, la implementación de Zonas de Tránsito Calmado forma parte de la Ley de Convivencia Vial (Artículo 54), que entró en vigencia en noviembre de 2018. La velocidad máxima puede ir entre los 40 km/h a los 20 km/h. Así lo define la ley: “Vía o conjunto de vías emplazadas en zonas urbanas, definidas dentro de una determinada área geográfica, en las que a través de condiciones físicas u operacionales de las vías se establecen velocidades máximas de circulación inferiores a las establecidas en esta ley, pudiendo éstas ser de 40 kilómetros por hora, 30 kilómetros por hora o 20 kilómetros por hora.”