"Más licencias, menos descuartizadores", por Pedro Ortiz Bisso
"Más licencias, menos descuartizadores", por Pedro Ortiz Bisso
Pedro Ortiz Bisso

¿Acaso es la solución y nadie más se ha dado cuenta?

Tras los ocurridos en un hostal de Fiori, el alcalde de apareció ayer en televisión nacional para dar a conocer una medida que, a juzgar por la gravedad de sus palabras, tiene por objetivo revolucionar el tratamiento no solo de estos monstruosos crímenes, sino también de la ola de inseguridad que mantiene en zozobra a la ciudad desde hace años.

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¿Aumentar el número de policías? ¿Mejorar la preparación de los serenos? ¿Dotarlos de modernos equipos de comunicación y armas no letales? ¿Utilizar métodos científicos de investigación y represión del crimen? Nada de eso. El alcalde Julio Chávez anunció que, durante treinta días, se suspenderán las actividades comerciales que se desarrollen en los alrededores del lugar donde se perpetraron los asesinatos.

Es decir, el cierre temporal de hostales, discotecas, restaurantes, videopubs, cantinas, bodeguitas y demás comercios, sean grandes o pequeños, que tienen el infortunio de encontrarse cerca del hostal Señor de Sipán, es la ingeniosa manera con que el municipio sanmartiniense ha decidido “cautelar la vida, la integridad de las personas”.

No habrá tregua ni siquiera para la venta ambulatoria. Un ejército de fiscalizadores municipales, acompañados por la policía, verificarán si estos negocios, ubicados “en un radio de 10 manzanas”, cumplen los requisitos que manda la legislación vigente.

¿De qué manera ayudará a impedir más asesinatos verificar si un hostal funciona como una pensión o si una tienda de abarrotes cuenta con su licencia en regla? El señor Chávez no ha sido especialmente elocuente al respecto.

No ha ahorrado palabras, en cambio, para explicar que hará uso de la fuerza pública para cerrar la zona, la cual enrejará a fin de restringir el tránsito peatonal.

También para culpar a los migrantes venezolanos del incremento de la delincuencia.

¿Debe privarse de su sustento durante un mes a una tienda de abarrotes, una farmacia o una lavandería porque en un hostal vecino se cometió un crimen? ¿Se necesita que ocurra un asesinato para que el municipio realice su labor de fiscalización? ¿Mañana también mandarán a cerrar los locales de la avenida Zarumilla por los arrebatos que se cometen en taxis y buses durante las horas punta?

La inseguridad ciudadana nos tiene al borde del colapso nervioso, por la brutalidad con que se cometen los delitos y la inacción de los llamados a combatirla. Frente a esta situación, lo menos que se espera de las autoridades son medidas inteligentes. Lamentablemente, la mayoría vive del efectismo. Atacar la raíz requiere paciencia y tiempo. Y eso, digámoslo con todas sus letras, no alimenta el ego.

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