Luego de una decena de heridos, ocho detenidos, vehículos varados, daños a propiedades y desmanes, la Municipalidad de Lima retrocedió y decidió “suspender indefinidamente” la ruta alimentadora que generó protestas en Manchay.
“Todas las rutas del servicio tradicional van a continuar con el mismo recorrido, la misma tarifa y el mismo horario”, informó Roxana Rocha, presidenta de Pro Transporte.
En conferencia de prensa, la funcionaria aseguró que con esta suspensión, los 27 buses que ingresaban a Manchay serán utilizados para cubrir la ruta troncal del corredor Javier Prado - La Marina.
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Para Rocha, existen "pequeñas deficiencias" que deben ser subsanadas en coordinación con representantes de la población.
El último lunes, pobladores de Manchay bloquearon la avenida La Molina y la carretera Víctor Malásquez en rechazo a la ruta alimentadora 255 que une este sector con el corredor Javier Prado - La Marina. La policía tuvo que utilizar gases lacrimógenos para repeler a los manifestantes, quienes quemaron llantas y colocaron piedras para impedir el tránsito vehicular.
Los vecinos de Manchay protestaban por el retiro de rutas tradicionales y por costo de los pasajes de los buses alimentadores, S/1,2, cuando antes pagaban entre S/0,50 y S/ 1 para llegar a sus destinos.
José Chuquillanqui, párroco de Manchay, invocó a la calma a la población y saludó la decisión de suspender la ruta alimentadora. Sin embargo, lamentó que la Municipalidad de Lima tomara decisiones sin consultar con la población. “Faltó mayor conocimiento socioeconómico y de la realidad de este pueblo emergente”, dijo a Canal N.
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