(Foto: Dante Piaggio / El Comercio)
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Jorge Malpartida Tabuchi

Los huaicos y las inundaciones que se generaron por El Niño costero destruyeron cerca de 45 mil viviendas en el país. En Lima unas 2.400 casas colapsaron o quedaron inhabitables por los desastres naturales, de acuerdo con los reportes oficiales. El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento informó que la reconstrucción de los domicilios con material noble comenzará recién en octubre.

Mientras tanto, el ministerio está implementando módulos temporales de vivienda para las familias más vulnerables. En abril se compraron 2.444 estructuras que fueron distribuidas en las regiones afectadas. En Lima se instalaron 202 de estos módulos en Chosica, Barranca y Paramonga.

Ahora, Vivienda solicitó la fabricación de más de 18 mil módulos temporales de 19 m2 que servirán como espacios de transición para los damnificados que actualmente viven en carpas. “El objetivo de estas construcciones es mejorar las condiciones de salud de las familias y protegerlas del frío y las lluvias hasta que se edifiquen las viviendas definitivas”, indica la viceministra de Vivienda y Urbanismo, Cecilia Lecaros.

Según la funcionaria, a partir de la próxima semana se comenzarán a entregar estas estructuras en las regiones de la sierra, y dentro de quince días se hará lo propio en departamentos de la costa, como Tumbes, Piura, La Libertad, Áncash y Lima. En esta última región, los módulos se entregarán en Carapongo y Cajamarquilla (Chosica), Huaral y Cañete.

La viceministra indicó que los módulos tienen una garantía de tres años y pueden desarmarse hasta tres veces si es que las familias quieren trasladarse a otro espacio. “Será propiedad de los damnificados, así que cuando recuperen sus viviendas podrán utilizarlos como ambientes auxiliares de sus casas”, explicó Cecilia Lecaros.

—Elementos técnicos—
Siete empresas peruanas son las que fabrican estos espacios temporales para los damnificados. Los fabricantes fueron seleccionados luego de una convocatoria pública. Para la sierra, cada uno de los módulos tiene un costo de S/13.300. Los que serán trasladados a la costa valen S/10.500 cada unidad.

Según Ricardo Pazos, gerente general de Akstarcom, una de las empresas que fabrican las estructuras para Lima y otras regiones costeñas, estos módulos requieren materiales diferentes a los de una vivienda prefabricada convencional.

“Nuestro modelo tiene bases de madera, armazones de acero galvanizado, paredes de PBC de 10 mm de espesor que son termoresistentes. Además, tienen un techo de metal con revestimiento que impide el ingreso de la lluvia”, señaló.

Sin embargo, el decano del Colegio de Ingenieros de Lima, Javier Arrieta, indicó que estos módulos también debieron incluir servicios higiénicos para prevenir problemas de salud pública.

“Actualmente se pueden fabricar baños compactos de bajo costo que le hubieran dado más seguridad a las familias. Al atender a un damnificado, no solo debe priorizarse lo estructural, sino también lo sanitario”, dijo el especialista.

Arrieta también indicó que a la par de la instalación de viviendas debe realizarse el encauzamiento de los ríos y la construcción de defensas ribereñas para que los terrenos en donde se ubiquen los módulos no se inunden durante la próxima temporada de lluvias.

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