Penal de Lurigancho: sin control a visitas y coimas a presos
Penal de Lurigancho: sin control a visitas y coimas a presos
Ana Briceño

En la desbordante cola de visitas del penal de Lurigancho, una mujer de 55 años carga bajo el brazo un colchón de espuma y sostiene con las manos dos bolsas repletas de comida y utensilios de limpieza. Lo que lleva es para su esposo, uno de los 10.005 internos de ese centro de reclusión, cuya capacidad es de 3.000 reos. “Ese colchón no entra, señora”, le advierte un policía. 

Es miércoles y el sol tuesta los rostros de otras decenas de mujeres que vociferan contra la policía porque la cola no avanza y ya es hora del almuerzo. “Lleve un regalito al engreído de la celda”, chilla una ambulante a pocos metros del Penal de Lurigancho

Luego de secarse el sudor de la frente, la mujer con el colchón saca de su monedero S/5 y la mano rapaz del policía los coge. Es la coima suficiente para hacer ingresar el colchón.

El Penal de Lurigancho, el centro de reclusión más poblado del Perú, está en emergencia por 60 días, desde el 1 de mayo, a raíz de que Canal N difundiera imágenes en las que se observa a los presos recargando celulares. Sin embargo, la corrupción que se vive adentro se remonta a muchos años atrás y las autoridades siempre lo han sabido. 

–El INPE fue alertado–
Hace pocos días, este Diario obtuvo –a través del Congreso– un informe de mayo del 2015 de la Defensoría del Pueblo, que detalla los niveles de corrupción que imperan en el penal. El documento fue entregado al jefe del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), Julio Magán. 

Tras una inspección de tres días, la defensoría concluyó en ese documento que el personal del INPE, que decide a qué pabellón debe ir cada preso en Lurigancho, estaría coludido con los delegados de cada pabellón del penal. “Los internos nuevos pagan a los jefes de pabellones para que los dejen pernoctar en la zona que tienen a cargo. Mientras lleguen más internos hay más posibilidad para captar dinero”, se lee en el documento.

“Si no pagas S/500 te amenazan con llevarte a un pabellón donde violan a los recién llegados. La familia de los presos más jóvenes siempre termina pagando”, detalló a El Comercio un reo que lleva más de tres años internado. 

El informe también revela que los internos pagan S/2 a las autoridades del INPE para conocer el estado de sus trámites de beneficios penitenciarios. “Deben ofrecer dinero para que el trámite se agilice”, indicaron los presos a la defensoría. También se detectó que los delegados tienen las llaves de cada pabellón ante la falta de policías para resguardar la cárcel. Son cerca de 40 agentes por día que tienen, en cierta forma, el control del penal.  

“¿Por qué ya no hay reyertas en la cárcel? Todos han establecido un orden perverso basado en la corrupción”, precisó una fuente de la defensoría. 

–Detectores malogrados–
Cuando José Pérez Guadalupe ejerció la jefatura del INPE se adquirieron detectores de metales para algunos penales, allá por el 2013. En Lurigancho no se colocaron porque ahí había cinco. Este Diario visitó el penal en junio del 2015 y encontró los detectores en sus cajas. En ese entonces, nos indicaron que pronto se iban a poner en funcionamiento. 

“La policía nos dijo que los detectores se han malogrado por falta de uso”, sostuvo Magán a este Diario. Tampoco hay sistemas de rayos X.

El año pasado, la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) reveló que la mayoría de llamadas extorsionadoras a dueños de colegios provenían de esta cárcel. 

También se informó que cualquiera puede presentar un DNI falsificado e ingresar impunemente a la prisión. La defensoría incluso aseguró que ha detectado que se alquilan niños para beneficiarse en la cola de ingreso de visitas. 

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