Una banda de delincuentes le disparó en el cuello a Jersson Espinoza Díaz, de 18 años, para arrebatarle su celular.
La madrugada del domingo, Jersson, un aplicado estudiante de Diseño Gráfico de un instituto, estaba por ingresar junto a su primo a una reunión cerca de su casa en Barrios Altos, cuando seis hombres armados los interceptaron.
Rápidamente comenzó el asalto. Algunos de los facinerosos sujetaron a Jersson del cuello, mientras otro le apuntaba con una pistola.
“Somos del barrio, no nos hagas nada”, atinó a decir el primo del estudiante, mientras le quitaban su teléfono móvil.
Jersson intentó quitarse el arma que estaba pegada a su cuello, pero el delincuente jaló del gatillo. El joven se desplomó y los hampones salieron corriendo con los celulares. Jersson fue llevado de emergencia al hospital Dos de Mayo, donde sigue internado. Se mantiene estable y consciente. El proyectil atravesó de un lado a otro la zona cervical y no comprometió ningún órgano vital ni afectó la médula espinal.
—Cifras de violencia—
El más reciente reporte de seguridad ciudadana del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), correspondiente al semestre de setiembre del 2016 a febrero del 2017, indica que en la provincia de Lima la tasa de víctimas de robo de dinero, cartera o celular es de 16,5 por cada 100 habitantes. En el semestre anterior, la tasa fue menor: 15,9 víctimas por cada 100 personas.
Durante el semestre que va de setiembre del 2016 a febrero del 2017, también se registró una tasa de intento de robos de celulares, carteras y otros objetos menores de 5,8 víctimas por cada 100 habitantes.
Estas cifras se reflejan en los asaltos violentos que se registran todos los días en la capital. Además del asalto a Jersson, solo durante las últimas 48 horas se reportaron otros dos casos en que los delincuentes quisieron robar objetos de poco valor (celulares, bolsos, billeteras) con armas de fuego.
El domingo, a las 9 a.m., la periodista Johana Custodio recibió un golpe en el estómago durante un asalto en el Centro de Lima. Los ladrones dispararon al aire para amedrentarla y llevarse su celular.
Ese mismo día, en la noche, le rompieron la cabeza a Wilber Arévalo para quitarle su celular en Independencia. El joven no opuso resistencia, pero igual lo golpearon con el mango de una pistola.
Respecto a este comportamiento de los delincuentes, el sociólogo Arturo Huaytalla, experto en seguridad ciudadana, explica que los asaltos son cada vez más violentos porque son una forma de demostrar dominio.
“Hay una palabra que utilizan los delincuentes: poder. Antes solo robaban, pero ahora quieren poder, hacer daño, ensañarse [con la víctima]. Esto los hace ver como el más avezado dentro de su grupo”, indica Huaytalla.
Una muestra de esto es el cruel asalto que sufrió una menor en Los Olivos el jueves pasado. Por nerviosismo, la joven resguardó su celular entre sus brazos y el delincuente le disparó en el estómago. Hoy la víctima sigue hospitalizada.