Violencia contra la mujer: el tema ausente en el discurso de la primera presidenta del Perú

De las 72 páginas leídas en tres horas de discurso, la presidenta Dina Boluarte mencionó en apenas cuatro líneas la violencia contra la mujer, un problema social que solo en la primera mitad del año ha causado más de 70 mil denuncias a nivel nacional.

En el rubro seguridad ciudadana, dijo que “frente a la alta incidencia de la violencia contras las mujeres e integrantes del grupo familiar”, su gobierno propone modificar el Código Procesal Penal para que las requisitorias por estos delitos no caduquen.

El otro momento del mensaje en el que mencionó el tema mujer fue para referirse al trabajo del Programa Nacional PAIS, que -entre otros aspectos como salud, educación, justicia y producción-, ha brindado atenciones en “prevención de la violencia hacia la mujer y familia” a 347 mil personas de centros poblados rurales y rurales dispersos.

Ahí terminaron las menciones, pese que las peores expresiones de violencia contra la mujer tienen cifras de espanto en el país: al menos 79 feminicidios, 133 tentativas y 13.669 denuncias de violencia sexual solo de enero a junio de este año. Por si fuera poco, según estadística del propio Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, este año se han incrementado en 1,2% las denuncias que atienden los Centros de Emergencia Mujer (CEM) por todo tipo de violencia respecto al 2022.

“Es paradójico que sea la primera presidenta del Perú y en su gobierno se están dando grandes retrocesos en materia de igualdad. El que sea una mención indiferente es más que preocupante”, opinó Liz Meléndez, directora ejecutiva en Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán.

En diálogo con El Comercio, añadió que lo escueto al tema género y la ausencia total de la población LGBTI+ en el discurso “evidencia la alianza del gobierno con sectores ultraconservadores”. Esto en referencia a los intentos de algunos grupos por eliminar el enfoque de género, especialmente en la educación.

“Ha situado su discurso en el tema punitivo, sin tener en cuenta la prevención, la salud ni transversalizar el enfoque de género. No hay información si se está implementando la política de igualdad de género. La reforma del programa Aurora ha quedado estancada mientras las mujeres siguen esperando atención”, añadió.

La ausencia de la prevención a esta problemática tiene su contraparte en el Congreso. Tal como reveló EC DATA en mayo pasado, en los últimos 22 años, el Congreso de la República más del 54% de proyectos aprobados frente a la violencia de género se centró en el aspecto punitivo. El problema, según indicó la directora del Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Demus), Cynthia Silva Ticllacuri, para dicho informe, es que aumentar las sanciones no disuade a los agresores. El tema entonces requiere un enfoque preventivo y transversal.

Para entender la necesidad de una política transversal de lucha contra la violencia de género, uno de los casos más crudos de los últimos años, el feminicidio de Katherine Gómez por Sergio Tarache, puso nuevamente en evidencia la falta de celeridad de todos los actores del sistema de justicia para atender este tipo de casos. Pese a que el asesino actuó en la vía pública, la inacción inmediata de la policía evitó que el responsable sea detenido. Las cámaras de vigilancia demostraron que nadie lo siguió luego de prender fuego a la joven y aunque luego fue detenido - dos semanas después fuera del país- aún no es extraditado.

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