El tan vaticinado sismo y consecuente tsunami que amenaza al Perú se vivió anoche. En las calles de Lima, ciudades costeras y provincias del interior fueron testigos de un terremoto de más de ocho grados. No hubo daños materiales: lo de esta noche fue un simulacro de sismo para que el país esté preparado a los embates de la naturaleza.

Desde las 8:00 p.m. de ayer, las calles se inundaron de personas que realizaron prácticas de prevención. El simulacro de sismo y tsunami nocturno tuvo especial atención en la Plaza de Armas de Lima y en el mar del Callao, citados como puntos estratégicos por la densidad de población.

También comercios y algunas empresas del Cercado de Lima participaron del simulacro.   

Especialistas del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), miembros de diferentes carteras del Estado, gobiernos regionales y municipalidades distritales trabajaron en la preparación y ejecución del simulacro de sismo.

Según datos difundidos por Andina, el objetivo del simulacro de sismo fue poner a prueba la reacción de la población. Las autoridades también fueron evaluadas en cuanto a su reacción ante la ocurrencia de un sismo de más de ocho grados de potencia, la misma que además generará una alerta de tsunami. 

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