(Lino Chipana / El Comercio)
(Lino Chipana / El Comercio)

Un total de 3.393 incendios se han registrado en lo que va del año en Lima, Callao e Ica, según estadísticas del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú. En este mismo periodo ocurrieron también hubo 2.140 fugas de gas.

Ayer, los bomberos lucharon contra el fuego primero con agua, pero luego fue necesario echar polvo químico para evitar que las llamas se expandieran. Se utilizaron 18 unidades y se cerraron varias calles a la redonda.

Poco antes de las 3:30 p.m., Pablo Carbajal, de 29 años, ingresó al grifo del cruce de las avenidas Brasil y 28 de Julio, frente al Hospital del Niño de Breña. Debía recargar su vehículo con GLP. Otros cinco conductores esperaban para ser atendidos. Al mismo tiempo, un camión-cisterna abastecía al negocio de gasolina.

“No vi a nadie supervisando eso. De pronto la gasolina comenzó a derramarse [del camión-cisterna] y cayó sobre mi carro, que se prendió. Tenía el motor encendido”, contó Carbajal. El hombre se soltó el cinturón de seguridad y bajó lo más rápido que pudo del vehículo. “Aún así me quemé un poco”, dijo mostrando el brazo derecho algo enrojecido.

En pocos minutos, el auto se cubrió de llamas y quedó inutilizable. El fuego se expandió por debajo del camión-cisterna, siguiendo la ruta de la gasolina.

Dieciocho unidades de bomberos llegaron para apagar el incendio. Un camión-cisterna usado para regar los parques de Miraflores y otro del municipio de Lima acudieron a prestar auxilio.

Defensa Civil y la Policía Nacional acordonaron la zona. El paso vehicular por la Av. Brasil se bloqueó desde la primera hasta la novena cuadra para facilitar el trabajo de los bomberos.

En el Instituto Nacional de Salud del Niño se activó el protocolo de seguridad y se reubicó a los pacientes en áreas donde no pudieran ser afectados por el humo tóxico y el olor a caucho quemado.

Alrededor de las 4:30 p.m., cuando ya se tenía la emergencia casi controlada, se escucharon dos explosiones. El fuego se avivó debajo del camión abastecedor de combustible y el personal de Defensa Civil tuvo que ampliar la zona restringida, ya que varios vecinos grababan la escena. Recién pasadas las 5 p.m. se apagó el fuego por completo utilizando polvo químico. Aun así, los bomberos y agentes policiales de Seguridad del Estado permanecieron en el área.
A las 6:30 p.m. se reabrió el tránsito en la Av. Brasil.

—Responsabilidad—
Consultado por este Diario, el personal del grifo evitó dar declaraciones. El coronel Carlos Llerena, jefe de la Policía de Tránsito de Lima, criticó las pocas precauciones tomadas por este negocio para abastecerse de combustible. “No se ha tomado ningún tipo de medida [de seguridad]”, señaló. Añadió: “Cuando un camión-cisterna abastece de combustible a un grifo, este debe aislar la zona y dejar de atender al público”.

El Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) informó que ha iniciado una investigación. Agregó que el establecimiento permanecerá cerrado hasta que se restituyan y verifiquen las condiciones de seguridad.

—Deslinde—
En un comunicado, la empresa Petro-Perú lamentó lo acontecido en la estación de servicio Gasolineras S.A.C. (DC Lube) y aclaró que no es de su propiedad (el grifo no luce su nombre comercial sino el de la marca Petro-Perú).

“La empresa mantiene contratos con estaciones de servicio que pertenecen a terceros para comercializar sus productos. Mediante este contrato la estación de servicio se compromete a comercializar exclusivamente los combustibles de Petro-Perú”, explicó.

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