(Foto: Jessica Vicente / El Comercio)
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Redacción EC

El último viernes por la noche, el presidente del Jockey Club del Perú (JCP), Jorge Mujica, recibió una llamada: “Hay maquinaria pesada y más de 500 personas afuera del club”. Horas después, las paredes colindantes a las avenidas El Derby y la Panamericana Sur estaban convertidas en escombros.

Un numeroso grupo de agentes de fiscalización y seguridad ciudadana de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) había llegado al exterior del establecimiento recreacional. Con la demolición, se buscaba retomar la construcción del intercambio vial El Derby, una obra paralizada desde hace más de un año. Mujica y sus abogados aseguran que se cometieron irregularidades en este proceso y evalúan denunciar penalmente a la entidad municipal por abuso de autoridad y usurpación.

-En detalle-
Esta historia comienza en el 2015. Para solucionar el caótico tráfico desde Surco hacia La Molina, se pensó en construir un nuevo intercambio vial El Derby. Las obras se iniciaron en el 2016, pero están paralizadas.

Uno de los impedimentos es que se necesita expropiar 16.900 m2 de terreno adyacente a la avenida El Derby y a la Panamericana Sur y que pertenece al JCP.

Según el presidente de esa entidad, en octubre del 2015, la Empresa Municipal Administradora de Peaje de Lima (Emape) presentó un acuerdo para que la municipalidad ejecutara una serie de obras en favor del club, como compensación a cambio de la cesión de esa área. Meses después, tras un cambio de directiva del club, este acuerdo fue desconocido por la nueva presidencia, la cual pidió que se realizara un pago de dinero.

Para ello, en mayo de este año, la MML solicitó al Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento que iniciara el proceso de tasación y expropiación del terreno. Vivienda realizó una primera tasación por S/1’906.367. Por solicitud de la MML, esta incluía solo el valor de la infraestructura afectada mas no el precio del suelo. Luego del reclamo del club, el sector Vivienda remitió a la MML un informe con una segunda tasación por S/29’270.695, que sí contemplaba el terreno.

“Sin embargo, recibimos S/1’9 millones que consideraban únicamente la reposición de las instalaciones dañadas, pero no el valor del suelo estipulado por Vivienda”, dijo ayer Mujica.

En paralelo, el 20 de julio pasado, el Concejo Metropolitano aprobó el acuerdo 249, mediante el cual se dispuso la expropiación de los predios, bajo el argumento de que es posible aplicar un derecho de vía. En el ámbito municipal, derecho de vía es una faja de terreno dentro de la cual se encuentra contemplada la creación de una obra vial nacional.

Según el abogado en temas municipales Julio César Castiglioni, esta condición faculta a un municipio a realizar el saneamiento y expropiar. “Sin embargo, solo puede expropiar si el derecho de vía fue declarado antes de la construcción del club”, dijo.

El JCP se comenzó a construir en 1956, cuando el predio aún no tenía la condición de derecho de vía.

El JCP cree que el acuerdo de concejo solo fue una estrategia para obtener el terreno sin pagar el valor real. Mujica indicó que el club hípico interpuso un recurso de amparo para la protección de su derecho a la propiedad en el Séptimo Juzgado Constitucional, el cual está en trámite y aún no tiene sentencia. Pese a ello, el municipio optó por derribar los muros sin previo aviso.

“La municipalidad tomó posesión de terreno porque considera que es público y no quiere pagar el justiprecio. Que sea derecho de vía restringe el uso, pero no la propiedad”, señaló Mujica. “Esos 1,9 millones pagarían solo los ladrillos”, añadió.

Luego de la demolición, la municipalidad envió ayer un comunicado en el cual defiende esta acción, amparada por el acuerdo de concejo, señalando que se trata de una recuperación de vía pública. “Esta obra beneficiará a 676 mil personas de San Borja, Surco y La Molina, y más de 200 mil vehículos”, también dice el documento.

Mujica aseguró que los daños causados por la MML ascienden a más de nueve millones de soles y que el club ahora tiene problemas de desabastecimiento por la rotura de fibra óptica, tuberías y cableado.

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