Redacción EC

El porcentaje de niños y niñas menores de 36 meses con todas las vacunas completas para su edad se redujo a 55.9% en el año 2022, una baja considerable respecto al 60.7% registrado en el año 2019, según datos de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2022 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

Este retroceso va en línea con lo registrado a nivel global. En los últimos tres años, el mundo perdió los avances de más de una década en vacunación infantil, de acuerdo con UNICEF, debido a las restricciones que se dieron debido por la pandemia del COVID-19 y su impacto en los sistemas de salud, principalmente.

Para revertir esta situación se vienen desarrollando campañas de vacunación en todo el país, a fin de que los padres puedan vacunar a sus pequeños y así estén protegidos contra 28 enfermedades prevenibles como la hepatitis B, la difteria, tétanos, tos ferina, neumonía, meningitis, poliomielitis, sarampión, paperas, rubéola, entre otras.

La vacunación es la estrategia más eficaz de salud pública para disminuir la morbimortalidad en grupos de riesgo; y en este caso, los niños. El sistema inmunológico del niño no está desarrollado hasta, al menos, los 5 años. Menores de 6 meses se consideran un grupo de riesgo para la mayoría de las enfermedades y, por eso, es importante la vacunación en los primeros años de vida.

Las vacunas han logrado disminuir la mortalidad de muchas enfermedades, pero no se debe bajar la guardia. Según los últimos datos de UNICEF, “se puede observar una disminución progresiva en la cobertura de la vacuna contra neumococo, con casi 160,000 niños y niñas sin la dosis completa a los 12 meses de edad, esto genera un riesgo frente a una enfermedad mortal”.

En esa línea, Adriana Tejerina, médico pediatra, comenta: “Otro ejemplo, es la meningitis por meningococo, enfermedad en la cual, el 70-90% de niños fallecían. Gracias a la vacunación, este número ha logrado disminuirse a 15-20%. Adicionalmente, la vacunación reduce la posibilidad de secuelas neurológicas como la sordera”.

También precisó que hace muchos años, previa a la vacunación, la poliomielitis era una enfermedad mortal o que causaba parálisis en muchos niños que adquirían este virus a nivel mundial. En 1988, gracias a las campañas, se logró disminuir al 99% los casos de poliomielitis, según UNICEF, e incluso se pensó que sería erradicada. Sin embargo, dada las barreras en la vacunación y las deficiencias del sistema de salud, hasta la actualidad han seguido apareciendo brotes

Para lograr la eliminación de enfermedades como el sarampión, la poliomielitis, el tétano, la rubeola congénita y la difteria, la OMS recomienda una cobertura de vacunación de al menos 90% en menores de 2 años. Por ello, es primordial acudir a los centros de salud o puntos de vacunación más cercanos a fin de completar las inmunizaciones pendientes.

Al respecto, la doctora Lara Mustapic, científica médica de Haleon Perú, refiere: “Como padres, uno siempre desea lo mejor para su hijo y busca protegerlo, por ejemplo, usando sillas para bebes en los autos, protegiendo escaleras, enchufes, abrigándolo cuando hace frío, etc, pero uno de los cuidados más importantes y sencillos para su salud es ayudarlos a fortalecer su sistema inmune a través de la vacunación”.

“La vacunación es una de las acciones en salud pública que más vidas ha salvado. Gracias a las vacunas, hoy en día casi no vemos enfermedades graves e incluso mortales como poliomielitis, tétanos o tos convulsiva”, agregó.

Cómo preparar a los niños para la vacunación

La vacunación no tiene que ser un evento traumático para el niño si se emplean estrategias respetuosas desde temprana edad. El respeto hacia el niño es un derecho y la empatía una obligación. Por ejemplo, dependiendo de la edad, se podría utilizar distractores como globos y burbujas; así como posiciones que den confort y seguridad.

De acuerdo a la edad del niño, informarles que serán vacunados, explicarles el motivo y por qué es importante. Evitar mentirles sobre el dolor del pinchazo, por el contrario, explicarles que el malestar será temporal, pero que traerá beneficios para su desarrollo.

Si luego de vacunar a tu hijo(a) presenta un poco de fiebre o malestar general, no te alarmes, es común. En ese caso, para aliviar sus síntomas puedes darle un analgésico como Panadol niños. La dosis variará de acuerdo con el peso del menor y esta debe ser precisa. Además, en caso de fiebre se recomienda vestirlo con ropa ligera, mantener la habitación fresca, así como darle un baño de agua tibia, todo ello ayudará a que baje la fiebre.

Las vacunas administradas generarán anticuerpos (defensas) y así estarán protegidos contra enfermedades infecciosas. Acude al establecimiento de salud más cercano, y si perdiste alguna dosis, aún puedes ponerte al día. No es necesario reiniciar el calendario, solo continuar con las que están pendientes.

En ese sentido, la doctora Lara Mustapic concluye que: “Cada vacuna ha sido estudiada y evaluada durante años, cumpliendo rigurosas revisiones que garantizan un adecuado perfil de seguridad y eficacia. Ante cualquier duda, siempre es importante consultar con su pediatra, ya que es quien podrá brindarle información confiable y las mejores recomendaciones para la salud de su hijo”.

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