Desde hace dos semanas, la familia de la menor que disparó contra la ex pareja de su madre tras sufrir un intento de violación vive con incertidumbre por la situación legal de la adolescente de 14 años. A ello se suma las constantes amenazas que, denuncian, sufren por parte de la familia de César Almeida Farro.
Una familiar de la menor confirmó a El Comercio que han solicitado garantías personales en la Subprefectura de Pachacútec - Ventanilla. Según contó, las amenazas empezaron al día siguiente de la muerte, cuando el hermano de César Almeida envió unos mensajes a través de Facebook en los que lanza advertencias a la familia de la adolescente, a quienes califica de delincuentes. Por ello, esta tarde realizarán una marcha en Ventanilla.
“Ella se ha defendido. ¿Qué hubieran querido? Que esté muerta. La marcha es para prevenir que se la lleven (detenida)”, declaró.
La tarde del sábado 17 de noviembre, la menor fue encontrada llorando en una habitación de Ventanilla con el cuerpo sin vida frente a ella. En su declaración a la policía, aseguró que el sujeto, quien fue pareja de su madre entre el 2008 y 2017, la raptó, golpeó e intentó violarla. Ella le disparó con un revolver de propiedad de su abuelo. Cuatro meses antes, el 20 de julio, el sujeto había sido denunciado ante la policía por hostigar a la adolescente.
-Temen que sea denunciada por parricidio-
Otro tema que preocupa a la familia es que, en una resolución del Segundo Juzgado de Familia de Ventanilla, la jueza Yessica Paola Viteri Valiente se reservó el derecho de promover acción penal por el delito de parricidio “hasta que se recabe el resultado del certificado de necropsia y protocolo”.
Esto significa que la jueza revisará si existen elementos de convicción para abrir proceso respecto a dicho delito, explica el abogado Luis Lamas Puccio. “Lo que ha hecho es abstenerse momentáneamente hasta reunir mayores elementos y de esa manera remitir un pronunciamiento lo suficientemente sustentado y convincente”, indica.
Además, para la abogada Romy Chang, el delito de parricidio –si la jueza decide abrir la acción penal– no corresponde al caso porque la menor no tuvo una relación de parentesco con Almeida Farro. Sobre la legítima defensa, tendrá que demostrarse durante el proceso que hubo una agresión que ella no esperaba venir, pese a que llevaba un revolver consigo, además que la defensa fue proporcional porque no había otra manera para evitar que la violara. “Es un tema de menores y su racionamiento no es el mismo que un adulto. Ella pudo haber llevado el arma porque no sabía qué hacer (ante el acoso que sufría)”, agregó la letrada a este Diario.
Por el momento, la menor es investigada por tenencia ilegal de armas. La resolución de la jueza ha sido remitida a la Primera Fiscalía Provincial Civil y Familia de Ventanilla para que se pronuncie.
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