Lo que El Niño Costero nos dejó y el lento avance de prevención

“Aquí estamos reconstruyendo”, dijo a fines de mayo el presidente Pedro Pablo Kuczynski y los vecinos de Huachipa lo aplaudieron. Lo dijo en el inicio de una de las primeras obras que su gobierno lanzó en Lima como parte de los trabajos de reconstrucción tras El Niño costero que afectó al país durante el verano pasado.

Aquel día, el mandatario anunciaba la colocación de un puente modular en la Av. Las Torres, en reemplazo de la vieja estructura que no resistió la crecida del Huaycoloro durante los peores días de la emergencia en marzo. Kuczynski prometió que el puente estaría listo en un mes. Ello no ocurrió.

En el portal de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios(ARCC) hay 12 proyectos considerados para Lima Metropolitana que suman un monto referencial de S/34 millones. Solo uno está en ejecución y es justamente el puente en la Av. Las Torres valorizado en S/4,1 millones. Hasta la fecha, solo se han construido los soportes de concreto. Aún no se arman las estructuras metálicas.

Ricardo Bernales, director de Provías Nacional, explicó que el retraso se debió a un problema de interferencias con conexiones de Sedapal.

Los demás son proyectos de limpieza del Huaycoloro y de quebradas en Chosica y Chaclacayo. Estas, a cargo del Ministerio de Agricultura, están en la fase de contratación. Dos licitaciones fueron declaradas desiertas.

También se incluye una consultoría para el Programa Nacional de Infraestructura Educativa (S/21 millones) que fue anulada, y S/5 millones para el programa Sitio Propio, del Ministerio de Vivienda. Ninguno de estos proyectos está en etapa de ejecución.

—A paso lento—
Hay sí algunos esfuerzos lentos y aislados, sobre todo en Chosica, el distrito limeño más golpeado por El Niño costero. Según el plan que se elevó al Gobierno, reconstruir este distrito costará más de S/500 millones. “La ARCC no ha destinado ni un solo sol”, afirmó el gerente municipal de este municipio, Ernesto Granda.

El plan de obras incluye la descolmatación y defensa con enrocado y diques de los ríos Rímac y Huaycoloro. También la limpieza de las 22 mallas antihuaicos que el último verano evitaron grandes deslizamientos de rocas.

El municipio gestionó S/2,4 millones en el Fondes (Fondo para Intervenciones ante la Ocurrencia de Desastres Naturales, del Indeci). Ese dinero solo alcanza para atender siete puntos con peligro de desborde del Rímac.

Además, esta municipalidad se endeudó con la Caja
Metropolitana por otros S/2 millones. Servirán para 11 obras relacionadas con el levantamiento de diques y muros de contención.

Por su parte, el Ministerio de Vivienda lleva meses descolmatando el Rímac a la altura de Carapongo. Son pocas máquinas y aún hay varios kilómetros del río sin atender. “Estamos complicados”, aseguró Granda.

Fuentes de la ARCC indicaron: “La ejecución de las obras depende de las unidades ejecutoras de los ministerios, gobiernos regionales y municipios”. En los próximos días presentarán las proyectos que se harán en el 2018 en la capital.

CIFRAS

- 2.180 millones de soles en obras para la región Lima se incluyeron en el Plan Integral para la Reconstrucción con Cambios.
- 85% de los recursos se destinará a proyectos con cambios en la infraestructura afectada. El resto es para trabajos de prevención.

Mario Casaretto, gerente de Defensa Civil de la Municipalidad de Lima, dijo que el Decreto Supremo 047 (norma que regula el apoyo del Ejecutivo a los gobiernos subnacionales para la atención de damnificados) le quitó participación a la comuna capitalina para ejecutar obras bajo el marco de la reconstrucción y trasladó la responsabilidad a los distritos. “Lo que hemos hecho es invertir nuestros recursos en descolmatar el río Rímac”, señaló.

Así marcha la reconstrucción de la capital, después de que los huaicos y desbordes en Lima dejaran números que no conviene olvidar: dos muertos en la parte alta de Punta Hermosa, 175 casas destruidas, seis escuelas dañadas y más de 10 mil personas damnificadas y afectadas que, no en pocos casos, están viviendo aún en carpas. 

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