Los buses del Metropolitano se queden estancados desde la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) hasta la plaza Ramón Castilla. En un primer momento la Policía autorizó el paso de automóviles por la vía exclusiva para paliar el caos vehicular, pero luego se sumaron camiones. (Yasmín Rosas/El Comercio)
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Redacción EC

Un verdadero infierno vivieron los pasajeros del esta tarde ante el cierre de la Vía de Evitamiento por la volcadura de una camión, a la altura de la zona de Caquetá, ya que los conductores de camiones, automóviles y combis optaron por desviarse a la avenida Túpac Amaru e invadieron el corredor exclusivo del servicio.

Esta situación originó que los buses del Metropolitano se queden estancados por varios horas desde la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) hasta la plaza Ramón Castilla. En un primer momento la Policía autorizó el paso de automóviles por la vía exclusiva para paliar el caos vehicular, pero luego se sumaron camiones.

En muchas estaciones los pasajeros formaron largas filas a la espera de una unidad que los lleve a su destino. Los choferes de los buses decidieron, en algunos casos, no parar y seguir de largo debido a que no había más espacio en los vehículos.

Ante la imposibilidad de poder avanzar, los pasajeros optaron por bajarse de los buses estacionados y caminar hasta donde pudieran abordar otra unidad. El Comercio constató que los usuarios caminaron cerca de una hora desde el distrito de Independencia.

Los policías no se daban abasto para controlar el caos vehicular generado por el accidente de tránsito. El coronel PNP Carlos Malaver, jefe de la Policía de Tránsito, detalló a Canal N que los trabajos para remover el camión que transportaba gas licuado de petróleo (GLP) demoraron porque se evitó cualquier riesgo y que el traslado del combustible se hizo en unidades menores.

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