“Lima es una ciudad salvaje tomada por la delincuencia”. La frase le pertenece a uno de los deudos de la matanza de Independencia, en donde un sujeto con aparentes desequilibrios metales le disparó a más de 10 personas en un centro comercial y mató a cinco antes de ser abatido por un policía de franco. El sangriento incidente ocurrió el viernes 17 de febrero, marcado así el inicio de una racha crímenes que han conmocionado Lima por su ensañamiento y crueldad.

Cada uno de estos asesinatos tiene un móvil diferente. Desde una presunta extorsión en el caso del joven secuestrado y luego asesinado en San Juan de Lurigancho, pasando por el aparente ajuste de cuentas en la bajada de Armendáriz en Miraflores, los desequilibrios mentales del pistolero de Independencia y el hasta ahora inexplicable asesinato del periodista José Yactayo.

Matanza de Independencia
Un día antes del ataque, Eduardo Romero Naupay, un vendedor ambulante de salchipapa, había sido advertido por fiscalizadores de la Municipalidad de Los Olivos para retirar su puesto de la avenida Antúnez de Mayolo. Al día siguiente, el comerciante informal salió con una pistola y cuando el gerente municipal llegó, el sujeto abrió fuego contra él. Posteriormente este moriría en la clínica.


Una hora después, Eduardo Romero Naupay llegó al cruce de la Panamericana Norte y la avenida Carlos Izaguirre, en , esta vez portando las dos armas, ingresó al centro financiero ubicado al costado del centro comercial Royal Plaza, subió las escaleras y se desplazó por la zona de las discotecas. Allí disparó contra dos agentes de seguridad, Susan Juárez Pilco y César Arellano Chumacero. Ambos fallecieron.

Su asonada continuó, pasó por el restaurante Rústica y en el camino disparó contra Gloria Mostacero Cuzco, que se convertiría en la tercera víctima del sujeto. Tras dar la vuelta al segundo piso, Eduardo Romero bajó la escalera y continuó disparando contra un negocio de salchipapas. Luego ingresó a la agencia del BCP donde acribilló a Nicole Muñoz Peña, una estudiante de administración de negocios, que intentó refugiarse en la zona de cajeros del banco. Otras cinco personas también terminaron heridas. Su recorrido sangriento solo terminó cuando un policía de civil se enfrentó a él y logró ultimarlo.

Crimen de periodista José Yactayo
salió de su casa el domingo 26 de febrero y tres días después fue denunciada su desaparición ante la Policía. Mientras su ausencia mantenía en vilo a sus familiares, sus amigos iniciaron la búsqueda. Cuatro días después, la policía confirmaría que el cuerpo hallado en un fundo de Andahuasi, en la provincia de Huaura, le pertenecía la periodista.



Desde entonces mucha información se ha dado a conocer pero de los asesinos aún no se sabe nada. La PNP informó en un inicio que la laptop del periodista fue manipulada y también una computadora de su casa.

Una de las hipótesis de la PNP señala que el periodista audiovisual recibía amenazas mediante llamadas y algunas extrañas personas lo seguían. Esta situación nos llevaría hasta la cárcel.

La amistad de Yactayo con el periodista Beto Ortiz también era una relación de trabajo. Ambos, junto con el productor Martín Suyón, tenían un proyecto de documental sobre la rehabilitación de presos que participaban en talleres literarios que dictaba el autor de "Maldita ternura".

Según la revista Caretas, esta es una de las hipótesis que la Policía maneja sobre el caso pues Yactayo habría estado siendo extorsionado y tendría que ver con algunos delincuentes de las cárceles que frecuentaba.

El Ministerio del Interior decidió ofrecer una recompensa de hasta S/30 mil a quien pueda brindar información certera para dar con la ubicación de los responsables del asesinato.

Acribillado en bajada de Armendáriz
Veintidós disparos acabaron con la vida de Luis Fernando Moreno Senepo (43), el sujeto que el lunes 6 de marzo fue asesinado en la Bajada de Armendáriz en , en lo que la policía ha calificado como un aparente ajuste de cuentas. El ensañamiento y la forma de actuar de los delincuentes hacen sospechar a los detectives, que la víctima habría estado vinculada a negocios turbios.



Horas antes de la persecución y el ataque en Miraflores, Moreno había estado en una discoteca de Cercado de Lima junto a dos amigas y un sujeto identificado como Marco Antonio Chong Muñoz (38). Los agentes de criminalística hallaron en total 40 casquillos de balas en la escena del crimen. 

Se informó que Moreno, conocido como ‘Nene Malo’, estuvo recibiendo amenazas días atrás. La orden habría salido del penal. Además, la víctima estuvo recluido en el penal de Lurigancho en dos oportunidades.

De acuerdo a las recientes investigaciones de la Policía, este sangriento crimen se habría dado por encargo y tendría relación con el cargamento (320 kilos de cocaína) hallado en unos contenedores en el Terminal del Callao. 

Secuestro y asesinato
El último viernes 10 de marzo, Luis Sergio Ramírez Santos, de 19 años, salió de su casa, en Magdalena, rumbo a su centro de estudios, en Pueblo Libre. Horas más tarde, un desconocido se puso en contacto con la mamá de la víctima y le pidió S/20 mil a cambio de dejar en libertad al joven. Incluso le envió una fotografía de él desmayado. La comunicación fue a través del celular del estudiante, vía WhatsApp. 



Luis Ramírez Catacora, padre del muchacho y ex juez de Puno, ofreció como adelanto S/1.500. Sin embargo, según la policía, para ese momento, el criminal ya había matado a su hijo con un arma punzocortante.  Luego, la policía encontraría el cuerpo –colocado en una bolsa rafia– en la avenida Constelación, en el distrito de San Juan de Lurigancho.

El asesino también envió otros mensajes a los amigos de la víctima, pero en el chat grupal nadie pareció tomarle importancia. Incluso mandó fotos de Ramírez Santos aparentemente desmayado y cautivo. Sin embargo, la PNP señala que a esta hora el joven ya estaba muerto.

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