Algunas de las tomas del fotógrafo español que podremos ver en la exposición.
Algunas de las tomas del fotógrafo español que podremos ver en la exposición.
Enrique Planas

La Capilla Sixtina es el espacio más conocido del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano, la residencia oficial del Papa. Pero también es el altar mayor en tiempos del turismo masificado.

Ángel Marcos, uno de los más reconocidos fotógrafos españoles, ya había seguido la pista del turismo rapaz en dos proyectos previos realizados en las ciudades de Barcelona y Palma de Mallorca, titulados "Fin de temporada". En estas series, el artista documentaba cómo se transformaban los lugares que acogen el turismo masivo al acabar el verano.

Si en aquella serie para los turistas el gran dios era el sol, en su nueva serie, "Alrededor del sueño: Vaticano", exposición que inaugura mañana en la galería Enlace de San Isidro, Marcos sigue el paso de las largas colas para entrar en la basílica, confrontando al hombre anónimo y pequeño con la gran divinidad expuesta en soberbia iconografía. Así, retrata no solo los rincones inéditos de la Plaza de San Pedro, sino también el paso de fieles o simples curiosos que pugnan por contemplar las esculturas de Bernini y los frescos de Miguel Ángel, llevándose luego por 10 euros un recuerdo de las muchas tiendas de suvenires allí alineadas, en verdadera explotación del merchandising bendito.

A lo largo de tres semanas, Marcos recorrió espacios públicos e interiores de la Capilla Sixtina. Con una mirada desde la periferia, también estudió la muralla del Vaticano, muy pocas veces enfocada. "El Vaticano es un verdadero castillo medieval. Sus murallas protegen lo que hay dentro y genera expectativa hacia fuera", dice.

—La postal oscura—
Este punto de vista periférico aproximó al artista a personajes que no suelen salir en las postales de la Santa Sede. En efecto, entre las columnatas esculpidas por Gian Lorenzo Bernini, descubrió a los pobres habituados a dormir allí cada noche. "Por la mañana se levantan, dejan en cajas sus pertenencias y se van a trabajar. Algunos se dan un baño en una ducha construida recientemente para ellos. Son unas 300 personas que encuentran en esta línea de frontera, a 20 metros de la Plaza de San Pedro, el lugar donde la policía de Roma no los puede echar. De día desaparecen, pero de noche están todos allí", explica.

Así, Ángel Marcos le quita a este tipo de fotos de postal turística la belleza estándar, y desde su subjetividad revela detalles inadvertidos. Sus imágenes muestran enigmas más interesantes que los que hay en las páginas de "El código Da Vinci" de Dan Brown: los secretos de la Iglesia Católica y su poderío difuso, el arte renacentista como el símbolo de su poder, pero también de su artificio. Por ello, el fotógrafo registra las esculturas de los apóstoles que rigen la fachada de la basílica para evidenciar las vallas de seguridad y los cables de alumbrado. "El artificio me interesa, pero no como crítica sino como plástica, como deconstrucción de un ícono", señala el fotógrafo.

MÁS INFORMACIÓN
​Lugar: galería Enlace. Av. Camino Real 1123, San Isidro. Inauguración: miércoles 9 de agosto, 7:30 p.m.
Temporada: hasta el 16 de setiembre.

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