Estos célebres retratos del Studio Harcourt se verán en Lima - 8
Estos célebres retratos del Studio Harcourt se verán en Lima - 8
Maribel De Paz

Ya lo decía Roland Barthes: “En Francia no eres realmente un actor si no has sido fotografiado por el Studio Harcourt”. Para no darle la contra, pasaron por el lente de la legendaria casa de fotografía parisina Brigitte Bardot, Alain Delon y Catherine Deneuve. También, el gorrión fatal Edith Piaf en aquel célebre retrato en blanco y negro en el que se abraza a sí misma como queriendo consolar lo inconsolable.

El ser retratado bajo ese juego diabólicamente eficaz de luces y sombras que caracteriza el trabajo de este estudio podía, casi, calificarse como el equivalente a tomarse una foto en HD. Cuando fue fundado por la fotógrafa Cosette Harcourt y los hermanos Jacques y Jean Lacroix, eran los tiempos en que el fantasma nazi ya se consolidaba en la vecina Alemania. El estudio abrió sus puertas en enero de 1934 y llegó a alcanzar tal éxito que podía emplear a cerca de noventa personas. Toda una parafernalia de murales, cristalería y candelabros completaban la postal del ‘glamour’ que llegó a tener el local, según cuenta la leyenda, incluso, con paredes decoradas con oro de verdad.

BRILLOS Y SOMBRAS
El mito Harcourt, sin embargo, ha heredado sus propias sombras, como recordara hace algún tiempo el diario “Le Monde” en un reportaje: los nazis, durante los años de la ocupación, desfilaron por sus alfombras rojas y posaron “elegantemente” bajo sus reflectores. Los registros señalan que hasta cuarenta oficiales del Tercer Reich podían acudir diariamente al estudio, con su porte “muy fotogénico, con su paso marcial y sus ojos claros”. Nuremberg aún estaba lejos y en sus estudios los oficiales alemanes podían celebrar con grandes fiestas con orquesta y champán incluido. Estas fotos, claro, no son las que suelen dar la vuelta al mundo en exposiciones temporales. Broma cruel del destino: su fundadora Cosette Harcourt, en realidad llamada Germaine Hirschefeld, era judía, y se vio forzada a abandonar París durante un tiempo.

Memoria visual de la historia gala, el archivo del Studio Harcourt pertenece ahora al Estado Francés, y sus más de cinco millones de negativos son considerados Patrimonio Cultural de la Nación. Delante de su lente desfilaron las estrellas del cine francés y también del celuloide internacional como Greta Garbo y Charles Chaplin, así como diversos artistas como Salvador Dalí, diseñadores de moda, deportistas, realeza, presidentes, premios Nobel y celebridades varias.

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Ahora, una exposición traída al Perú con el auspicio de la Embajada de Francia acaba de inaugurarse en el balneario de Asia con algunos de sus más célebres retratos. La muestra arribará pronto a la ciudad y llegará acompañada de la instalación de un estudio Harcourt en el Jockey Plaza. Allí, los clientes podrán soñar con ser fotografiados como estrellas de cine, con su imagen vintage y anunciada perfección técnica que hacen de sus retratos, según se ha dicho, casi casi esculturas.

En América Latina, aparte del Perú, Sao Paulo cuenta con su propio estudio Harcourt, y ya han sucumbido a la atracción de su lente estrellas como el tenista Gustavo Kuerten, la actriz Glória Pires y el inclasificable Paulo Coelho. Quizá en el Perú se animen Luis Horna, Norma Martínez o Tongo. Una vuelta a otros tiempos. Mientras, rescaten su ‘selfie stick’.

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