Murió Mamerto Sánchez, el Gran Amauta de la Artesanía Peruana, tras una larga batalla contra el cáncer

Mamerto Sánchez falleció este martes a los 80 años tras una larga lucha contra el cáncer de pulmón. La noticia sobre el deceso del ceramista fue confirmada por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) en sus redes sociales, donde lamentó la pérdida de uno de los más importantes representantes del arte tradicional peruano.

“Desde Mincetur extendemos nuestras condolencias a los familiares y amigos del Gran Amauta de la Artesanía Peruana, Mamerto Sánchez, quien nos deja un legado invaluable a favor del arte popular y la artesanía peruana”, escribió la entidad estatal en su cuenta de Twitter, donde adjuntó imágenes del artista peruano y algunos de sus trabajos.

Como se recuerda, entre sus galardones, el ceramista ayacuchano fue reconocido como Gran Maestro de la Artesanía Peruana en el 2000.

Nueve años después, recibió el Premio Nacional Amauta de la Artesanía Peruana y, en 2014, el Ministerio de Cultura le otorgó el título de Personalidad Meritoria de la Cultura.

Sus restos están siendo velados en la sede del Ministerio de Cultura y serán enterrados después en su natal pueblo de Quinua, ubicado en la provincia de Huamanga, en Ayacucho.

Le sobreviven sus hijos, fruto de su matrimonio con doña Justina, y una obra influyente en el arte tradicional peruano, confeccionada en línea con las técnicas tradicionales y que recoge un mundo propio.

¿Quién fue Mamerto Sánchez?

Un 11 de mayo de 1942 nació Mamerto Sánchez Cárdenas en el pueblo ayacuchano de Quinua. El arte de ceramista lo aprendió de su abuelo, Francisco Sánchez, y su papá, Santos Sánchez. A este último, desde pequeño, el Gran Amauta de la Artesanía Peruana le ayudaba a fabricar vasijas y platos.

Fue entonces, en el calor de su hogar, que supo cómo crear sus propios candelabros y vasos. Piezas que complementó con la elaboración de toritos, animales llevados a la cerámica que las personas de su lugar de nacimiento solían colocar en los techos de sus casas para mantenerla protegida o para atraer más ganado.

Entre los trabajos más reconocidos de Mamerto Sánchez resalta la Virgen de Cocharcas, patrona de Quinua. Asimismo, destacan La Sirena y el Pavo Real. Así era su arte: una combinación de la fauna de su tierra con personajes míticos que animaban las cerámicas que trabajaba con calabazas, maderas, palitos, cañas, entre otros materiales.

En 1984, Mamerto Sánchez se marchó a Lima como consecuencia del terrorismo. Desde entonces, continuó su trayectoria artística en la capital peruana, donde llegó a tener una casa-taller en la Asociación El Olivar, ubicada en el distrito de Ate Vitarte.