Anne Wiazemsky. (Fotos: Agencias)
Anne Wiazemsky. (Fotos: Agencias)

Los filmes del cineasta Robert Bresson invocan algo parecido a lo inefable: el cine (lo material) alude al espíritu (lo inmaterial). En esa intención, Bresson usaba el espacio en off (lo que está fuera del encuadre y no se ve, pero que es sugerido por el sonido u otros elementos) o trabajaba con no-actores, quienes carecen de los vicios y métodos de los intérpretes profesionales y no enturbian el ritual audiovisual. Cuando planificaba "Al azar Baltazar"(1966), un filme sobre un burro que sufre un calvario digno de un santo, Bresson descubrió a Anne Wiazemsky, una joven criada en una familia católica, le dio el papel protagónico y le cambió la vida. Esta musa del cine y novelista francesa falleció a los 70 años, víctima de un cáncer.

—Hacia la leyenda—
Tras el encuentro místico con Bresson, lo que siguió fue la consolidación de su grandeza. Anne trabajó en siete largometrajes del maestro e iconoclasta Jean-Luc Godard, con quien se casó en 1967 y se divorció en 1972, y estuvo bajo las órdenes de otros realizadores notables como Pier Paolo Pasolini y André Téchiné.

La otra pasión creativa de Wiazemsky –nieta de François Mauriac, premio Nobel de Literatura en 1952– fue la escritura. Dos libros autobiográficos de ella están traducidos al español y son muy elogiados. Estos son "La joven" (2007) y "Un año ajetreado" (2012), los cuales han sido indispensables para el director Michel Hazanavicius –el que triunfó en el Óscar con "El artista" (2011)– en la confección de "Mal genio" (2017), una película centrada en la vital y tormentosa relación entre Godard y Wiazemsky. Los intérpretes Louis Garrel y Stacy Martin se encargaron de dar vida a estos genios.

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