"Avengers: Endgame" es la esperada secuela de "Infinity War", que cambió al MCU con una catástrofe nunca antes vista en la ficción. Foto: Marvel.
"Avengers: Endgame" es la esperada secuela de "Infinity War", que cambió al MCU con una catástrofe nunca antes vista en la ficción. Foto: Marvel.

Los actores de "" hicieron lo mejor que pudieron para no revelar SPOILERS de la película, pero al mismo tiempo fueron honestos ante las preguntas de la prensa. Con sus tres horas de duración, esta es una conclusión de las múltiples historias que el Universo Cinematográfico de Marvel ha hilado desde el 2008.


Escribir del MCU se asemeja más a comentar el episodio de una serie de televisión, pues la experiencia es incompleta si no estás al tanto de los anteriores desarrollos. Este capítulo no pierde el tiempo y pone a sus héroes en movimiento para perseguir a Thanos (Josh Brolin), quien acabó con la mitad de seres vivos del Universo con solo chasquear los dedos.

Tal y como puedes esperar de una película de esta magnitud, las cosas no funcionan como los héroes quieren. Pero la esperanza, así como se pierde, se recupera y es trabajo de los vivos hacer algo por todos aquellos que ya no están presentes. Esto da pie al núcleo de la película, que no es una batalla del bien contra el mal, sino el cómo los héroes han superado —o no— el trauma.

Con una pista concreta para salvarlos a todos, "Avengers: Endgame" no solo avanza la trama; también nos recuerda algunos momentos que hicieron historia tanto en el Universo Marvel como en el cine. Es como si tu banda favorita lanzara su disco de "grandes hits", pero regrabados. Te transmite nostalgia, pero no es lo mismo. Eso es bueno, pues somos testigos por segunda vez, y desde un nuevo ángulo, de situaciones trascendentales.

Los directores Joe y Anthony Russo identifican los "hits" clave del MCU, pero también otros más pequeños. La lógica de esta selección no yace en la espectacularidad (que está presente, pero no es lo principal), sino en cómo los personajes son enfrentados con sus mayores miedos y anhelos. Como verán, hasta aquí tenemos una película muy distinta a la anterior.

Mientras "Infinity War" fue intensa en acción, "Avengers: Endgame" la dosifica. Con menos personajes, aquí los golpes son emocionales y no tanto físicos; golpes para los héroes, quienes se ven enfrentados a sus propias decisiones y a la tragedia que transformó al Universo. Golpes para la audiencia, ansiosa por ver sobrevivir sus personajes favoritos.

En el acto final, "Endgame" es espectáculo absoluto, peleas donde el destino del Universo está en juego a cada instante, pero sobre todo la sensación de que lo vivido por los héroes —sufrimientos y alegrías por igual— no se ha perdido. El chasquido de Thanos, una catástrofe que marcó a incontables vidas, trajo consecuencias demasiado poderosas como para pasar al olvido.

Afrontar esta consecuencia hace que "Avengers 4" trascienda a los cómics en los que se basa, pues aquí sus héroes tienen aquello que durante décadas les ha sido negado: un final. Cada año, Marvel y DC lanzan sagas que prometen "poner de cabeza el Universo" o revelar "orígenes secretos". Incluso cuando matan o jubilan a sus héroes, se trata de cambios con fecha de caducidad. Tarde o temprano, todos vuelven. Quiero creer que eso no ocurrirá, que la sangre y lágrimas derramadas significaron algo.

DATO

"Avengers: Endgame" está en cines desde este jueves 25 de abril.

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