"Retablo" fue recientemente galardonada en los Golden Rooster Awards. (Foto: Difusión)
"Retablo" fue recientemente galardonada en los Golden Rooster Awards. (Foto: Difusión)
Agencia EFE

Fiestas patronales, belenes de Navidad, costumbres y escenas de la cotidianeidad en el área rural peruana se plasman en los retablos elaborados en el departamento peruano de Ayacucho, con el artista César Urbano como uno de sus exponentes.

Ayacucho “es la cuna de la artesanía peruana”, una de las zonas “más representativas del arte peruano popular”, comentó Urbano a Efe en una visita a La Paz, donde presentó la muestra “Retablos Ayacuchanos”, con unas 40 piezas de su creación.

UNA TRADICIÓN FAMILIAR

Retablos Urbano es la marca de este artista peruano, quien dejó la carrera de Administración de Empresas para seguir los pasos de su padre y su tío en la creación de retablos. Comenzó a hacer retablos desde sus 9 años y ya lleva 55 en este oficio.

Un retablo es una representación en la que los artistas plasman “todas las costumbres de nuestro departamento y demás regiones del país”, explicó.

“Nosotros asistimos a las fiestas patronales y estando presentes, observamos todo el movimiento y todo lo que se hace. Y al regresar a la casa empezamos a plasmar”, indicó.

“Porque antiguamente no teníamos los celulares como ahora tienen cámaras para tomar fotos, solamente era nuestra vista”, agregó.

EL PROCESO DE ELABORACIÓN

Urbano mantiene las técnicas aprendidas de su familia para hacer los retablos, empezando por la materia prima para las figuras que van dentro de cada obra, que se elaboran con una masilla de papa cocida y molida, mezclada con yeso.

“Cuando se pone como plastilina, empezamos a manipular, a hacer las figuras a mano, pieza por pieza”, indicó el artista, mientras que luego las pintan y decoran en detalle.

Pequeñas figuras de niños, mujeres, hombres, mayormente con trajes típicos peruanos, además de animales de campo, casas, vegetales, frutas o diminutos instrumentos musicales típicos del Perú toman forma en sus manos.

Lo siguiente es preparar la caja de madera que contendrá la obra con una técnica de blanqueado, pintado y finalmente el decorado correspondiente con flores de colores.

Luego se colocan las figuras en la caja, según la temática elegida, que puede ser desde una fiesta popular hasta alguna tradición local.

LA INSPIRACIÓN

La fabricación de sombreros típicos ayacuchanos o de instrumentos musicales, la fiesta y las máscaras que se usan en los carnavales en esa zona peruana, o el tradicional tejido de mantas son representados en retablos de distintos tamaños y de uno a tres niveles que fueron parte de una muestra en La Paz.

Otros representan la cosecha de tunas o nopales, además de los tradicionales belenes (pesebres o nacimientos) navideños con motivos andinos.

La pieza central de la muestra es un retablo de 85 por 60 centímetros que muestra la construcción y el techado de una casa.

En esta pieza, que tiene dos niveles, se observa primero la intervención de toda la comunidad en la construcción de una vivienda, desde el traslado de la paja para el techo hasta la fabricación de los adobes para dar forma a sus muros.

En el nivel inferior está plasmada la fiesta tras la construcción, a la que asiste todo el pueblo.

LOS RETABLOS EN LA HISTORIA

El origen de los retablos se remonta a tiempos de la colonia, cuando los sacerdotes españoles viajaban por los pueblos de la sierra peruana con las llamadas “cajas de San Marcos”, con imágenes de santos católicos para la evangelización.

Con ese referente, los artesanos peruanos empiezan a realizar sus propias cajas que muestran escenas con distintas temáticas costumbristas, desde las corridas de toros y danzas tradicionales, hasta las labores de campo, cambiándoles el nombre a retablos.

El retablo ayacuchano fue reconocido en junio pasado como Patrimonio Cultural de la Nación en Perú, al ser “una de las mayores expresiones del sincretismo cultural y religioso andino” del país.

VATICANO, CINE Y LA PAZ

El trabajo de Urbano es tan conocido que uno de sus retablos llegó, a través del Gobierno peruano, a manos del papa Francisco durante su visita a ese país en enero de 2018, junto a una cruz de camino, recordó el artista.

Además, sus obras aparecen en el laureado filme peruano “”, de Álvaro Delgado-Aparicio, seleccionado como precandidato para los premios cinematográficos Oscar de Hollywood y Goya en España de 2020.

La exposición, organizada por la Embajada peruana, tuvo por escenario hasta esta semana el Museo de Etnografía y Folclore en La Paz, sin un acto inaugural debido a la coyuntura complicada por la crisis en el país.

Urbano expresó su deseo de que no sea la última vez que sus obras se presentan en Bolivia “para poder enseñar todo lo que nosotros hacemos, la cultura de nuestros países”.

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