RODRIGO BEDOYA FORNO
Para decirlo simplemente: Robert de Niro y Sylvester Stallone son dos referentes de la historia del cine de EE.UU. Podemos discutir sus cualidades actorales, pero habría que ser muy necio para negar que ambos han escrito algunas páginas verdaderamente importantes de la cinematografía de ese país. Y, por qué no, del mundo.
Por eso tiene tanto encanto verlos juntos. Y, más aun, verlos como boxeadores viejos, de esos en los que los golpes de la vida se ven en las arrugas y las magulladuras. Así los veremos a ambos en "Ajuste de cuentas", cinta que se estrena este jueves en nuestros cines.
Stallone es un caserito de la cartelera. Ni siquiera hemos terminado de verlo en "Escape imposible" y ya nos estamos reencontrando con él. Y el año pasado lo vimos en "El ejecutor". Y, en el 2012, en "Los indestructibles 2". Con tres películas estrenadas en el 2013, parece que Stallone encontró en el rol del viejo fortachón que alguna vez fue alguien, y que ahora más se acerca al arquetipo del perdedor, un refugio interesante para seguir explotando su marca. Así lo ha entendido y así lo está haciendo. Y lo está haciendo bien.
El caso de Robert de Niro es más desconcertante: el que fue, en algún momento, uno de los mejores actores de su generación decidió dedicarse, básicamente del 2000 en adelante, a hacer comedias o películas de acción sin demasiado interés. Las épocas de Scorsese y Cimino pasaron, y De Niro parece resignado a hacer lo que Hollywood le ofrece. Y nada parece muy bueno.
REGRESO AL RING
"Ajuste de cuentas" merece ser vista por pura nostalgia. Porque por un lado tenemos a Rocky Balboa y por el otro a Jake LaMotta. No, en la película no son los personajes que interpretaron, pero es innegable ver a Stallone con guantes de lucha y pensar en el personaje que lo volvió tan respetado. O ver a De Niro en un ring y acordarse de la intensidad y fuerza de su interpretación en "Toro salvaje".
Muchos años han pasado desde esos roles. Y mucha agua ha corrido bajo el río. Ahora De Niro tiene 70 años y Stallone, 67. Ambos han visto lo mejor de su carrera en tiempos anteriores, pero siguen ahí, peleando en un mundo tan complicado y despiadado como Hollywood. Ahora hacen de viejos boxeadores rivales que se ponen de acuerdo para una última pelea. Una pelea que lo define todo. "Ajuste de cuentas" es el reencuentro de dos ídolos del box, del cine, de la vida.
MÁS DATOS
Esta es la segunda película que reúne a Stallone y De Niro: antes trabajaron juntos en "Copland: tierra de policías" (1997).
Kim Basinger, otra actriz que ha vivido tiempos mejores, también aparece en la cinta, como un viejo amor del personaje de Stallone.
Se filmaron varios finales alternativos con la intención de que no hubiera ninguna filtración.