"Fake Famous", documental de HBO, revela las imposturas que abundan en el mundo de los 'influencers' de Instagram y otras redes sociales. (Foto: HBO)
"Fake Famous", documental de HBO, revela las imposturas que abundan en el mundo de los 'influencers' de Instagram y otras redes sociales. (Foto: HBO)

¿Quién no se ha tomado un ‘selfie’? ¿Y quién no ha visto a alguien tomarse un ‘selfie’ y ha sentido una suerte de vergüenza ajena por ese gesto de vanidad e impostación a veces torpe? Porque, admitámoslo, en cada uno de esos autorretratos está la confirmación de que el ser humano siempre puede superar (o resignarse a) su propio ridículo. Y si viene con filtro, mejor aún.

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Ahora imaginemos a decenas de personas haciéndose el mismo ‘selfie’, en desvergonzada sincronización, frente a la misma pared rosada. Todo para subir una foto a sus redes sociales. Esto ocurre en Los Angeles –, West Hollywood, por si quiere (y puede) darse una vuelta–, donde el susodicho muro se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, gracias a la cultura Instagram.

Una pared rosada en Los Angeles se ha convertido en atractivo turístico para usuarios de Instagram.
Una pared rosada en Los Angeles se ha convertido en atractivo turístico para usuarios de Instagram.

Y es con la imagen de la #PinkWall que comienza “Fake Famous”, documental estrenado hace pocos días en HBO, que se sumerge en el mundo de los ‘influencers’ para revelar su falsedad: un sistema en el que prácticamente todo es una impostura. Desde los ya mencionados ‘selfies’, las locaciones, el vestuario y, desde luego, las intenciones detrás.

Dirigido por el periodista Nick Bilton, “Fake Famous” tiene como premisa un experimento social: tras un casting masivo, escoge a tres jóvenes comunes y corrientes para convertirlos en ‘influencers’ a como dé lugar. Eso implica tramposas sesiones de fotos, compra de ‘followers’ falsos, y búsqueda desesperada de canjes con marcas que busquen promocionar sus productos en redes sociales.

FAMA O FARSA

Más o menos en la línea del documental de Netflix , en “Fake Famous” se opta por un discurso sumamente ácido y crítico hacia estos medios. Pero aquí hay mucho más de pose, pompa y superficialidad, al centrarse específicamente en el a veces incomprensible enigma de los influenciadores.

Para empezar, porque puede resultar difícil definir con exactitud qué es un ‘influencer’. ¿Es solo alguien con muchos seguidores y que publicita productos? ¿Es fundamental tener una fama real y comprobada? ¿O es alguien, como dice uno de los entrevistados en el documental, “desempleado y sin metas” que busca hacer algo de dinero en redes?

Quizá esta última definición pueda parecer un poco dura, pero algo de cierto hay en ella. Según las cifras que ofrece “Fake Famous”, el número de usuarios de Instagram con una cantidad de seguidores suficiente para ser considerados ‘influencers’ es más o menos de 150 millones, algo así como el 50% de la población de Estados Unidos.

La pregunta se cae de madura: ¿realmente puede haber tantas celebridades con un impacto real? Parece que no. Es decir, hay tantos “famosos” que ya nadie es famoso. Pero el engaño perdura, y la gente lo sigue creyendo.

Dominique Druckman se convierte en 'influencer' en el experimento creado por "Fake Famous". En su Instagram, ella revela la falsedad de sus imágenes.
Dominique Druckman se convierte en 'influencer' en el experimento creado por "Fake Famous". En su Instagram, ella revela la falsedad de sus imágenes.

SIN FILTROS

“Fake Famous” recurre también a las entrevistas con ‘influencers’ famosos que confiesan sus estrategias y trampas (como los ‘bots’ que les consiguen ‘likes’ y comentarios por montones), pero es sobre todo en los experimentos que realiza con los tres jóvenes con lo que nos da una mejor idea de ese mundo extraño y exagerado.

Porque si bien es cierto que una de las participantes consigue ser transformada en una ‘influencer’ a toda regla (, de los que no sabemos cuántos son reales), los otros dos muchachos claudican a mitad del camino al darse de cara con los horrores del proceso. Y no ahondaremos en ‘spoilers’ para explicarlo.

“Todos hacemos nuestras películas y tratamos de ser las estrellas”, se dice en una parte de “Fake Famous”. Pero detrás de esa cultura de la imagen –cuerpos perfectos, prendas caras, hoteles de lujo–, es mucho más grande y pesado lo que no se ve: vidas planas, repetitivas y vacías, contaminadas por la toxicidad propia de las redes sociales, que desembocan frecuentemente en problemas de ansiedad y depresión.

Puede que “Fake Famous” peque por momentos de condescendiente y exhiba cierto hálito de superioridad moral respecto a los personajes retratados, pero a la vez destapa las suficientes evidencias para desbaratar una farsa.

Es la película que ningún ‘influencer’ querrá ver, pero son especialmente ellos los que deberían verla.

El dato

“Fake Famous” puede verse en la plataforma HBO Go.


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