Francisco Lombardi ha dirigido 17 películas.
Francisco Lombardi ha dirigido 17 películas.
Daniel Goya

Tal vez no exista otro nombre que se haya relacionado más con el cine peruano durante más de 40 años que el de . El chico tacneño que leía los libros que su padre le entregaba cada semana se convirtió en el joven que estudió Cine en Argentina y luego en el hombre que presentó el cine peruano al mundo.

Lombardi prepara una nueva película llamada "Amelia"
Lombardi prepara una nueva película llamada "Amelia"

Hoy, sentado en un sofá frente a una gran pantalla de televisor y una mesa pequeña con cinco controles remotos y varias películas Blu-ray encima, el director repasa su trayectoria, sus motivaciones para seguir filmando, su interés por formar nuevos directores y las dificultades para mantenerse firme en los proyectos que emprende.

Lombardi ganó la "Concha de Plata" al Mejor Director en el Festival de San Sebastián
Lombardi ganó la "Concha de Plata" al Mejor Director en el Festival de San Sebastián

—¿Cómo han cambiado sus motivaciones para hacer cine a lo largo de su carrera?
Creo que yo empecé siendo un cinéfilo que amaba el cine y que quería hacer películas. Comencé con cortometrajes hace 45 años y hoy siento que me interesa hacer películas para discutir lo que está sucediendo en nuestros días. Ahora siento que me interesa contar historias que permitan una discusión.

—Lo que me cuenta se parece bastante al personaje de Antonio Banderas en “Dolor y gloria”, la última película de Almodóvar.
Sí, es posible que muchos cineastas pasemos por una situación así . Sobre todo al plantearse el tema del oficio. Me pasa que ya voy muy poco al cine, las películas las consigo o las compro y las veo en casa.

—¿Siente que el cine ha cambiado mucho?
Sí. Ha cambiado el público, han cambiado los gustos y hasta el lenguaje cinematográfico ha cambiado. Antes debías tener muchísimo cuidado con la continuidad de las imágenes, ahora eso se ha transformado. El gusto también ha cambiado. Antes una película como “Tinta roja” convocaba a 100 mil espectadores; hoy una película del mismo tipo puede hacer 15 mil. Ahora la gente prefiere comedias o cintas de superhéroes. Y hoy también es más barato hacer películas.

—Cuando usted empezó a hacer cine era una tarea muy difícil.
Era muy complicado. No había concursos que te financiaran, no había Ministerio de Cultura que te diera dinero. Para mi primera película viajé a Venezuela a fin de buscar coproductor. Pero siento que tuve suerte porque una película peruana era algo novedoso, porque no se hacía cine peruano; entonces el público fue a los cines a ver qué se estaba haciendo. También era mucho más fácil promocionar la película, porque un par de anuncios en los periódicos bastaban para que todos supieran que había una película peruana en cartelera.

—¿Habría preferido empezar a hacer películas hoy que es más barato filmar?
Creo que no. A mí me gusta mucho la imagen fotoquímica. Además, me alimenta mucho el recuerdo de hacer cine con todas sus dificultades y problemas. Antes filmábamos y no sabíamos lo que habíamos hecho. El material debíamos mandarlo al extranjero y esperar entre tres y cuatro semanas para que nos enviaran los rollos y recién ver lo que habíamos grabado. Hoy puedes ver el resultado en la pantalla un segundo después de grabar, corregir, empezar a editar mentalmente con la imagen que tienes en frente.

—¿Cómo se involucró en la formación de nuevos cineastas?
Hace cuatro años un grupo de personas de la Escuela Epic me preguntó si me interesaba participar, y ya se está viendo chicos que están saliendo. Es algo que me interesa mucho, me llena ayudar a que haya nuevos cineastas. Hace poco una egresada de la escuela participó en un concurso de proyectos cinematográficos donde yo también participé. Ella ganó y yo no. Y como ella, cada tres años egresan entre 15 y 20 cineastas.

—¿Qué directores nuevos sigue y le parecen interesantes?
La ventaja de que ahora se pueda hacer más cine y menos costoso es que podemos conocer directores muy interesantes. Por ejemplo, Josué Méndez, los hermanos Vega, Héctor Gálvez, Eduardo Mendoza, Joel Calero.

—¿Cuál es la nueva película en la que está trabajando?
Se llama “Amelia”, es sobre una enfermera que conoce a un hombre mayor, ricachón pero infeliz, mientras ella es todo lo contrario. Por ahora está un poco estancada por falta de financiamiento.

—Si bien siempre ha hecho cine, también se dedicó al teatro. ¿Volvería a hacerlo?
El teatro es muy interesante para mí, porque yo soy un director más dramatúrgico que visual. Me interesa la construcción de personajes, el conflicto. Pero el teatro tiene un problema y es que si quisiera hacer una obra, recién me darían fecha para dentro de un año o año y medio. Y no sé si dentro de un año querré dirigir esa obra ni si contaré con los actores con los que quiero trabajar. Tal vez, esta sensación de urgencia que yo tengo cuando voy a hacer algo está un poco lejos de lo que es el teatro.

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